BILBAO - Quim Torra da primero. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) decidió apartar al juez Jesús María Barrientos y a la magistrada Mercedes Armas hasta que se resuelva su recusación, aceptada a trámite, en la causa contra el president por un presunto delito de desobediencia por oponerse a retirar los lazos amarillos de los edificios públicos en periodo electoral, y que está fijada para los próximos 25 y 26 de septiembre, a las 9.30 horas. El tribunal abre una pieza separada y un periodo de alegaciones de tres días, ordenando que ambos magistrados no puedan seguir formando parte del procedimiento hasta que éste se dirima, dejando como instructor al juez Carlos Ramos. A través de su abogado, Gonzalo Boye, el mismo que lleva las cuestiones de Carles Puigdemont, el president alegó que Barrientos no es imparcial para formar parte del tribunal por sus declaraciones públicas contra los lazos amarillos, apoyándose además en la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para argumentar que la imparcialidad judicial se salvaguarda también a través de las apariencias.

La defensa de Torra está reforzada con una quincena de declaraciones de Barrientos difundidas por los medios donde destaca la ocasión en que el juez llegó a abandonar una conferencia del presidente del Parlament, Roger Torrent, cuando habló de presos políticos. Pero también se recuerda cuando el propio Barrientos defendió que la Junta Electoral Central (JEC) ordenara la retirada de los lazos amarillos. Para Torra, las manifestaciones de Barrientos demuestran que tiene “una postura política diametralmente opuesta” a él, y la expresa como opinión sobre hechos nucleares de este procedimiento judicial, según el escrito de la recusación. “Ha rechazado con especial contundencia todas las tesis acerca de la exhibición de símbolos que tienen que ver con la solidaridad y apoyo a los presos políticos así como de banderas esteladas, que será precisamente el objeto del juicio oral”, abunda el texto. En él se hace hincapié en que Barrientos se ha pronunciado sobre los políticos en prisión, la supuesta neutralidad de los espacios públicos, sobre lazos , la resolución de la JEC y “la ideología y posicionamiento político de Torra, por lo que es difícil imaginar una falta de imparcialidad mayor”. Asimismo, Torra sostiene que el presidente del TSJC ya participó en la causa, concretamente en el auto de admisión a trámite de la querella, donde hay algunas premisas que “comprometen la necesaria imparcialidad” que debe tener el tribunal de enjuiciamiento.

Abogado

Respecto a la posibilidad de que Torra no acuda al juicio al coincidir con el debate de política general que se desarrollará en el Parlament, Boye consideró ayer que es una decisión que tendrá que tomar en su momento el propio Jefe del Govern. A su vez, censuró la situación generada en el TSJC porque “parece que estamos en un circo pobre donde quien vende las entradas después hace de acomodador y domador de elefantes”. “Hemos recusado a los magistrados y se ha designado como instructor de la recusación al instructor de la causa que ya estaba recusado por nosotros”, indicó Boye, motivo por el que reclamó “un poco de seriedad”.