bilbao - Entre las diferentes propuestas e iniciativas planteadas a modo de programa de gobierno durante su discurso inicial Pedro Sánchez se comprometió a impulsar un pacto de Estado en materia de infraestructuras y transporte que garantice el cumplimiento de los planes ferroviarios de alta velocidad, que estudie las concesiones en este ámbito “largamente demoradas” como la de Cantabria o la de Extremadura, y determine la inversión en Cercanías y las actuaciones necesarias en los corredores Mediterráneo y Atlántico.

El presidente español en funciones y candidato a la reelección no bajo al detalle y no mencionó el tren de alta velocidad vasco, un proyecto encarrilado aunque con algunos aspectos técnicos y de financiación importantes pendientes de abordar por parte del Gobierno español.

De hecho, los gobiernos vasco y español mantuvieron abierto un canal de comunicación durante los diez meses de legislatura pero tras las elecciones generales del 28 de abril la interlocución ha quedado paralizada y el Ejecutivo de Iñigo Urkullu quiere retomar cuanto antes las conversaciones con un Gobierno español plenamente operativo.

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, aseguró en enero pasado el compromiso de que el TAV “sea una realidad para 2023” en Euskadi. De este modo, despejó las incertidumbres generadas sobre las “complicaciones” para cumplir con la fecha de 2023 para completar el trazado del tren de alta velocidad en Euskadi debido sobre todo al retraso de la conexión de la Y vasca con la meseta a través de Burgos.

En su apuesta por los corredores Mediterráneo y Cantábrico, Sánchez elogió ayer el Estado autonómico, que considera “una gran idea”, destacando que ha servido para cohesionar el Estado español y reducir desigualdades, pero admitió que persisten desequilibrios para garantizar la igualdad de derechos, entre ellos el de las infraestructuras. Las conexiones ferroviarias de Madrid con el sur y el sudeste, así como entre Madrid y Barcelona están desde hace décadas ampliamente desplegadas, en contraste con la situación en el norte del Estado español y en la costa mediterránea.

Además, el presidente del Gobierno en funciones reconoció que está pendiente el reto de abordar la reforma del sistema de financiación autonómica y local, concretando necesidades y recursos para fortalecer la suficiencia, la solidaridad interterritorial y, a la vez, el Estado del bienestar, que gestionan en gran medida las comunidades autónomas. - H. U.