Bilbao - Familiares y amigos de Iñigo Cabacas, el joven aficionado del Athletic fallecido hace siete años tras recibir el impacto de una pelota de goma de la Ertzaintza tras la celebración de un partido europeo del club rojiblanco ante el Schalke 04 alemán, llevaron ayer a cabo en Bilbao un acto de recuerdo en el que advirtieron de que “irán hasta el final” para que “quien lo hizo lo pague”.

La Audiencia Provincial de Bizkaia condenó el pasado año a dos años de cárcel y cuatro años de inhabilitación a uno de los seis ertzainas que estaban acusados de homicidio imprudente por la muerte en abril de 2012 del aficionado rojiblanco. Convocadas por la plataforma Iñigo Gogoan, cientos de personas se concentraron en el callejón de María Díaz de Haro, donde el joven resultó mortalmente herido, lugar donde depositaron ramos de flores y se bailó un aurresku.

Desde la plataforma recordaron que en la sentencia “solo uno de los imputados” fue declarado culpable y defendieron que “la muerte de Iñigo no puede quedar impune” por lo que han pedido “justicia”. “Lo mataron en 2012 y, tras seis largos años, el año pasado se celebró el juicio pero ni un responsable ha entrado en la cárcel. Es más, algunos de ellos ni siquiera se han sentado en el banquillo”, remarcaron. Por su parte, Manu Cabacas, padre del joven, rememoró que la familia ha recurrido la resolución ya que “nadie ha pagado” por lo que sucedió. - E. P.