Bilbao - Igual que en la novela de Miguel Delibes, luego llevada al cine, El disputado voto del señor Cayo, PP y Vox han entrado en disputa por los votos en las circunscripciones pequeñas. El primero en lanzar el dardo fue el presidente del PP, Pablo Casado, que instó a Vox a una reflexión sobre la conveniencia de presentarse esas circunscripciones ya que dividirían el voto de la derecha. La respuesta no tardó en llegar y, a través de un comunicado, Vox aseguró ayer que su intención es que sus papeletas estén en todos los colegios electorales y que, en todo caso, son ellos los que deberían pedir al PP que retire su candidatura en aquellas autonomías en las que “están por encima de los populares”, en virtud de las encuestas que se están publicando.

Abrió el fuego Pablo Casado en un acto en Zaragoza, donde puso como ejemplo a seguir la resolución adoptada por el Partido Aragonés (PAR) que ha tomado la decisión “responsable” de no presentarse a las generales -concurrió con el PP en las de 2015 y las de 2016- para que no haya “dispersión del voto constitucionalista”. A su entender, “es algo digno de agradecer”. “Lo que tengo que decir es que ojalá otros partidos -en alusión a Vox- también hicieran este análisis de responsabilidad y es pensar que en aquellas convocatorias electorales en las que no van a tener representación en algunas circunscripciones, si merece la pena dividir el voto para que algunos escaños pasen al PSOE y a Podemos”, manifestó.

En este punto, el líder de los populares explicó que hay provincias “de menos de seis escaños”, que suponen “casi la tercera parte del Congreso”, en las que los últimos escaños de esas circunscripciones -unas 20 según él- “basculan entre el PP, el PSOE o Podemos”. Por eso, insistió en que “la reflexión que hay que hacer es si merece la pena” que “partidos nuevos”, -otra vez en clara alusión a Vox-, vayan a permitir una fragmentación del voto constitucionalista en esas provincias, de forma que esos escaños vayan a “engrosar las filas de la izquierda radical, en manos de Torra, los independentistas y los batasunos”.

Vox, en todos los colegios La respuesta de Vox no tardó en llegar. A través de un comunicado la formación liderada por Santiago Abascal respondió que se presentará en todas las provincias el 28 de abril y pidió al PP que retire su candidatura en aquellas autonomías en las que el partido liderado por Abascal asegura estar por encima de los populares, a tenor de las encuestas.

En la nota, Vox señala que el secretario general de Vox, Javier Ortega, ya contestó a su homólogo del PP, Teodoro García Egea, que la decisión adoptada por el Comité Ejecutivo Nacional del partido era “inamovible” y que Vox “no se va a plegar a los intereses de ningún otro partido político”. Además, la formación de extrema derecha recuerda que se comprometió a “representar a los españoles en las elecciones generales presentando candidaturas en todas las circunscripciones electorales y mantiene su compromiso frente a las peticiones de otras formaciones políticas”.

Por todo ello, y en aras del “voto útil” y usando los “mismos argumentos, la formación de Abascal señala que “debería pedir al PP que retire su candidatura en aquellas comunidades autónomas en las que este partido político esté por encima de los populares en intención de voto”.