MADRID. Según ha explicado Urkullu, esta labor comenzó después de que el expresidente catalán Carles Puigdemont le trasladara, el 19 de junio de 2017, la situación de "bloqueo absoluto" en las relaciones entre la Generalitat y el Gobierno central. Fue en un encuentro de cuatro horas, ha relatado, en el que le solicitó que tratara de "encauzar la relación para encontrar una solución pactada" entre las dos administraciones.

Así lo ha contado el lehendakari, de forma directa y concisa, a preguntas de Francesc Homs, abogado del exconsejero catalán Josep Rull, que era quien había solicitado la comparecencia en calidad de testigo para que cuente su experiencia en los meses previos al referéndum y la declaración unilateral de independencia (DUI) y cuál fue su trabajo para intentar reconducir la situación.

Después de reunirse con Puigdemont, ha indicado Urkullu, mantuvo un encuentro en la sala de autoridades del aeropuerto de El Prat (Barcelona) con la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, a la que informó de su conversación con el expresidente catalán, por lo que le pidió que se lo trasladara a Rajoy. La reunión se materializó el 19 de julio en el Palacio de la Moncloa y versó "exclusivamente" sobre el problema con Cataluña.

El presidente del Ejecutivo vasco, que ha precisado que el Gobierno central no pidió su mediación, ha explicado que la actitud de Mariano Rajoy fue la de "escucha y atención", pero "renuente a cualquier paso que se interpretara como una negociación que traspasara los límites de la Constitución".

PETICIÓN DE PUIGDEMONT

Urkullu ha explicado varias veces que su intermediación comenzó el 19 de junio de 2017 tras mantener un encuentro de cuatro horas con Puigdemonten el Palau de la Generalitat, quien le manifestó "la situación del bloqueo absoluto" entre el Govern y el Gobierno central y le solicitó que interviniera para intentar "encauzar una solución pactada".

Ese mismo día mantuvo un encuentro en la sala de autoridades del aeropuerto de Barcelona con la exvicepresidenta Soraya Saenz de Santamaría, a quien relató la reunión con Puigdemont y le solicitó una reunión con Rajoy, que se produjo el 19 de julio.

Ya el 21 de septiembre, tras los acontecimientos del día 20 en la Consellería de Economía, habló nuevamente por teléfono con Rajoy.

"TODO SE ESTABA YENDO DE LAS MANOS"

"Le dije que las cosas no debían seguir de la manera que se estaban conduciendo, hice la observación de que todo se estaba yendo de las manos y entendía que habían que medir mucho los pasos en orden a no provocar una fractura social", ha señalado.

A lo que Rajoy respondió "que en lo posible haría lo mínimo y cuidara lo máximo en todo aquello que se hiciera".