Los talibanes solicitaron intervenir en las actuales reuniones de la Asamblea General de la ONU para “iniciar interacciones y relaciones diplomáticas” con los países representados en el organismo internacional, una misión que estará a cargo de su candidato Suhail Shaheen, actual portavoz en Catar. El paso se tomó para “iniciar interacciones, relaciones diplomáticas e intercambios (con los países representados en la ONU) y asegurar así los derechos del pueblo oprimido de Afganistán”, explicó ayer a Efe el portavoz talibán Bilal Karimi.

El portavoz confirmó que -como habían adelantado representantes de la ONU- solicitaron su participación en la Asamblea General a través de una misiva enviada esta semana, en la que pedían que “el Emirato Islámico tenga su papel en las Naciones Unidas”. Además, Karimi detalló que “para la Asamblea General en curso en las Naciones Unidas, Shaheen es la persona idónea para pronunciar el discurso en nombre de Afganistán, como representante del Emirato Islámico”, como se denomina ahora el país después de que los talibanes tomaran el control de Kabul el pasado 15 de agosto.

Si es aceptado por las Naciones Unidas, Shaheen sustituirá a Ghulam M. Isaczai, que fue designado por el expresidente Ashraf Ghani como embajador y representante permanente de la República Islámica de Afganistán ante la ONU en junio de 2021. Shaheen ha estado trabajando como miembro de la oficina política del grupo en Doha durante la última década y también es el portavoz de su ala política. En el anterior gobierno talibán entre 1996 y 2001 trabajó como jefe de la agencia de noticias estatal Bakhtar.

Asimismo, antes de la misiva de los talibanes, la ONU había recibido otra del actual embajador afgano, presentándose como el líder de la delegación del país en las reuniones de alto nivel de estos días.

Según el portavoz de Naciones Unidas Farhan Haq, ambas cartas han sido remitidas al comité de credenciales de la Asamblea General, un órgano formado por nueve países y que es el encargado de dirimir este tipo de conflictos, para lo que habitualmente opera buscando el consenso.

Atentados

En este contexto, al menos tres personas murieron ayer, dos de ellas talibanes, en un ataque armado cometido por individuos no identificados en el este de Afganistán, en la tercera acción armada con víctimas islamistas en menos de una semana. El ataque tuvo lugar en Jalalabad, capital de la provincia de Nangarhar, cuando un número impreciso de atacantes abrió fuego

Este es el tercer ataque que tiene lugar en Jalalabad en menos de una semana. Otros ataques con explosivos tuvieron lugar el sábado y el domingo pasados también en la capital provincial, dejando al menos seis personas muertas, cuatro de ellas talibanes, y unas 25 heridas.

Los ataques del fin de semana pasado fueron reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), según un comunicado de la agencia de información de los radicales, Amaq, difundido por sus canales de propaganda en Internet. El grupo yihadista afirmó que el objetivo de los ataques eran los talibanes, aunque los islamistas señalan que estaban dirigidos hacia los civiles.

Estos atentados son los primeros que tienen lugar en Afganistán desde que los talibanes tomaron el control total del país con la retirada de las tropas de EE.UU. poco antes de la medianoche del 31 de agosto.

El Gobierno de los talibanes se refirió a los ataques del fin de semana asegurando que estos serían “los últimos” que el EI cometería en Afganistán, ya que el grupo terrorista no representa un desafío para las autoridades. La provincia de Nangarhar se ha mantenido como la principal zona de operaciones del EI en Afganistán desde que el grupo se instaló en el país en 2015. En los últimos años ha habido en esta zona numerosos enfrentamientos entre sus combatientes, los talibanes y las tropas afganas y extranjeras.