El jefe de la Guardia Nacional saharaui, Adah el Bendir, murió ayer en un presunto combate con las fuerzas marroquíes en uno de los puntos del muro de separación construido por Rabat en la antigua colonia española del Sahara Occidental, informó una fuente oficial saharaui.

Según la fuente, El Bendir “cayó como mártir y con honor cuando combatía a las fuerzas ocupantes en la zona liberada de Rouss Irni”, próxima a la ciudad de Tifariti, principal base y centro de operaciones militares del Frente Polisario.

El oficial fue “alcanzado por el disparo de un dron tras liderar una incursión a través del muro de segregación”, agregó la fuente.

“Ésta es una prueba más de que existe una guerra intensa en la zona y de por qué Marruecos está empeñado en negarla”, insistió la fuente, que en otras ocasiones informó de presuntas bajas marroquíes, que no fueron confirmadas ni desmentidas por Rabat.

Marruecos tampoco confirmó ni desmintió esta última información, que añade más incertidumbre sobre lo que realmente ocurre en la zona.

La situación en la antigua colonia española es de alta tensión bélica desde que el pasado 13 de octubre fuerzas armadas marroquíes penetraran en el paso de Guerguerat, que separa Mauritania del territorio ocupado por Marruecos en 1975, para desalojar a un nutrido grupo de saharauis que habían acampado en la pista para interrumpir un tránsito de mercancías por la zona que el Polisario denuncia como ilegal.

Apenas 24 horas después de la ofensiva, el secretario general del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharahui Democrática (RASD), reconocida por decenas de países, Brahim Ghali, aseguró que suponía una violación del alto el fuego y consideró rota la tregua firmada en 1991.

Un día más tarde, anunció el inicio de acciones bélicas a lo largo del muro levantado por Marruecos en medio del desierto, que según los saharauis se repiten a diario desde entonces y que Rabat ni siquiera comenta.

El finales de enero, y ante el silencio de Marruecos, la RASD anunció que el Ejército saharaui se preparaba para “ampliar el alcance de sus operaciones militares, desde el sur de Marruecos al sur del Sahara Occidental, para cubrir todos los sectores y defensas enemigas”.

A la tensión bélica se unió en las últimas semanas la tensión política, fruto de la decisión del anterior presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer la soberanía marroquí sobre la antigua colonia española a cambio de que Rabat estableciera relaciones con Israel.

Desde entonces, Marruecos intenta que la Unión Europea -y sobre todo España- inicien gestos en la misma dirección que Trump. Hasta el momento ningún país europeo lo ha hecho, ni siquiera Francia, que es el aliado más poderoso de Rabat. El pasado marzo el Ministerio de Exteriores de Marruecos suspendió sus contactos con la Embajada de Alemania en el país. A través de un comunicado interno, debidamente filtrado a la prensa, el Gobierno marroquí alegó “malentendidos profundos” para suspender sus relaciones con la legación germana. Tanto Berlín como Madrid apoyaron la búsqueda de una solución aceptada por las dos partes y bajo la mediación de la ONU. Marruecos, sin embargo, estima que esa posición de la Unión Europea es una “zona de confort” de la que Bruselas debe salir.

Mientras tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto abordar el conflicto del Sahara Occidental el próximo 21 de abril. La situación se tensa cada año por estas fechas, cuando el Consejo debe decidir si prorroga el mandato de su misión en el Sahara. Las partes implicadas no lograron ni siquiera ponerse de acuerdo para pactar el nombramiento de un enviado especial del secretario general de la ONU. El último que ocupó el cargo, el expresidente alemán Horst Köhler, dimitió en 2019 alegando motivos de salud.

La página de Facebook FAR-Maroc, un sitio no oficial señaló el miércoles que el objetivo del ataque era el secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali.

Largos meses de tensión. Los actos bélicos comenzaron el pasado 13 de octubre cuando fuerzas armadas marroquíes desalojaron a saharauis que acampaban.

Revisión por el Consejo de Seguridad. La ONU tiene pensado abordar dicho conflicto el día 21 de este mes, ante el aumento de la tensión bélica cada año.