La Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido político encabezado por Aung San Suu Kyi ha conseguido la mayoría absoluta en el Parlamento de Birmania en las elecciones del domingo, según los datos oficiales publicados este viernes.

La Comisión Electoral, que continúa con el lento conteo de votos, confirmó que la LND obtuvo 346 escaños, lo que le permite gobernar en solitario, si bien la Constitución redactada por la extinta junta militar birmana concede un papel fundamental al poderoso Ejercito, quien se reserva tres ministerios y un cuarto del Legislativo.

Con estos datos la LND suma de momento 24 diputados más de los 322 necesarios para tener mayoría en el Legislativo bicameral, una contundente victoria que podría ampliarse ya que todavía falta anunciar los resultados de 64 escaños.

Tras su victoria en los comicios de 2015, que culminó la transición iniciada cinco años antes hacia lo que los militares denominan como una "democracia disciplinada", Suu Kyi ha sido criticada internacionalmente por sus políticas contra la minoría rohinyá, pero las urnas han demostrado que su popularidad no ha mermado en el país.

El gran perdedor de las elecciones, con hasta el momento 24 escaños, ha sido el Partido de la Solidaridad y el Desarrollo de la Unión (USDP), principal formación de la oposición creada por la junta militar que gobernaba Birmania durante los dos últimos decenios de la dictadura y que ocupó el poder entre 2011 y 2015.

El miércoles, cuando el recuento ya daba una clara ventaja a la LND, el USDP declaró que se negaba a aceptar los resultados, acusó a la LND de fraude electoral y propuso que se repitieran los comicios, en esta ocasión supervisados por las poderosas Fuerzas Armadas.

El Carter Center -organización creada por el expresidente de EE.UU. Jimmy Carter que envió observadores el día de los comicios- emitió el martes un comunicado en el que afirmaba que "los votantes pudieron expresar su voluntad libremente en las urnas y elegir a sus representantes", aunque criticó el sistema constitucional y la negación del voto a algunas minorías étnicas.

Los militares se reservan 166 escaños o el 25 % del Parlamento, conforme a la Constitución redactada por ellos mismos y aprobada en 2008, lo que en la práctica le da derecho de veto para modificar la Carta Magna, que además les concede los influyentes ministerios de Interior, Fronteras y Defensa.