jerusalén/Tel Aviv - Benjamín Netanyahu no logra garantizarse una mayoría suficiente para encabezar un gobierno, según las encuestas a pie de urna difundidas tras el cierre de los colegios electorales, que arrojan un virtual empate técnico entre su partido, el Likud, y el opositor Azul y Blanco, de Benny Gantz.

El sondeo de la cadena estatal Kan da a cada uno de ellos 32 diputados (de una Cámara de 120) y sitúa al bloque de partidos de derecha y religiosos (sin el apoyo de Avigdor Lieberman) con 56 escaños, cinco menos de los necesarios para la mayoría simple. Un supuesto bloque de partidos de centro e izquierda junto a los partidos árabes tampoco lograría la mayoría sin Lieberman y se quedaría en 54.

Otros sondeos, como los del canal 12 y 13 dan incluso una mayor ventaja a Gantz sobre Netanyahu, con 33 escaños frente a 31 del Likud en el primero y 34 frente a 33 en el segundo.

La Lista Unida, que agrupa a los partidos árabes, sería la tercera fuerza más votada con 11 o más escaños, mientras que los partidos ultraortodoxos, Shas y Judaísmo Unido por la Torá, conseguirían entre 8 y 9.

El extremista Poder Judío (Otzmá Yehudit) no supera el mínimo del 3,25 % de los votos para entrar en la Kneset, la coalición de derechas Yamina lograría entre 6 y 8 y los partidos con menos apoyo serían el Laborismo-Guesher y la Unión Democrática, que incluye a la izquierda pacifista, que quedarían con entre 5 y 6 diputados.

Las cifras -que aún pueden sufrir importantes variaciones con los resultados del escrutinio- hacen pensar que a Netanyahu le resultará imposible encabezar un gobierno si no logra convencer “in extremis” a Lieberman, que precisamente fue quien forzó esta segunda cita electoral porque sus condiciones de laicidad hacían imposible su apoyo a una coalición con los partidos ultraortodoxos. Su estrategia le ha beneficiado, pasando de los 5 escaños que obtuvo en abril a entre 8 y 10 que se prevé que obtenga ahora.