Bruselas - A la espera de una solución común que supere las divergencias para una reforma efectiva sobre la política migratoria, Alemania y Francia han intentado promover en la UE, desde febrero de este año, un mecanismo temporal de distribución de los migrantes rescatados en el Mediterráneo por buques de asociaciones humanitarias. En este mecanismo, a falta de una solución común sobre el régimen de asilo, se mostraron dispuestos a participar otros siete países. “Me parece indigno que cada vez que un barco es rescatado tengamos el debate sobre qué países están dispuesto a acoger a estas personas”, dijo el entonces secretario de Estado alemán de Interior, Stephan Mayer, situación que se ha vuelto a vivir estos días con el Open Arms. y que podría repetirse en breve con el Ocean Viking.

La idea, según Alemania, era tener un mecanismo general, sin importar dónde fueran rescatados los migrantes, “sea ante la costa de Malta, España, Italia o Grecia”, especificó el responsable germano. Pero España rechazó este mecanismo porque, según el ministro del Interior, Grande-Marlaska, la propuesta se refería sustancialmente al Mediterráneo central, aquel que afecta a países como Italia, como Malta, y a todos los inmigrantes que fueran rescatados por barcos privados, o sea de ONG. España “cumple sus obligaciones internacionales y tiene un mecanismo público de rescate”, según señaló el ministro. - Efe