MADRID. "Cuando gané, eso le dio a los palestinos la esperanza de que alguien diría finalmente la verdad sobre las condiciones inhumanas", ha afirmado la congresista en un mensaje en Twitter.

"No puedo permitir que el Estado de Israel quite esa luz humillándome y usando mi amor por mi abuela para plegarme a sus políticas opresivas y racistas", ha sostenido Tlaib, hija de palestinos pero nacida en Estados Unidos.

La legisladora ha defendido que su abuela no querría para ella que se la silencie y se la trate "como a una criminal". "Eso mataría una parte de mí", ha afirmado, anunciando que por ello ha tomado la decisión de que visitar a su abuela "bajo estas condiciones opresivas va en contra de todo lo que cree: la lucha contra el racismo, la opresión y la injusticia".

Las autoridades israelíes habían autorizado por razones humanitarias la entrada de Tlaib al país, después de que este hubiera solicitado por por carta al Ministerio del Interior israelí permiso para "visitar a familiares" y aludió especialmente a su abuela, "que tiene más de 90 años y vive en Beit Ur al Fauqa", en la zona norte de Cisjordania. "Podría ser mi última oportunidad para verla", imploró, según el periódico 'Haaretz'.

El Gobierno israelí ha accedido a dicha petición apenas un día después de anunciar que no dejaría entrar ni a Tlaib ni a Omar, las dos primeras musulmanas en ocupar escaños en el Congreso de Estados Unidos. El presidente norteamericano, Donald Trump, reclamó públicamente este veto contra dos personas que "odian a Israel y a todos los judíos" y advirtió que Israel mostraría "debilidad" si les permitía la entrada.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, justificó la medida alegando que "la ley prohíbe la entrada de personas que llaman y actúan para boicotear a Israel".

"Las congresistas Tlaib y Omar son destacadas activistas en la promoción de la legislación para boicotear a Israel en el Congreso estadounidense", defendió Netanyahu, quien aseguró que el plan de la visita "dejaba claro que planeaban una campaña cuyo único fin era reforzar el boicot y negar la legitimidad de Israel".