NUEVA YORK. El financiero neoyorquino Jeffrey Epstein, cuya fortuna le llevó a rodearse de poderosos, y fue encarcelado acusado de haber abusado de menores de edad, fue hallado muerto ayer en su celda, en una cárcel federal de Nueva York, lo que ya investiga el FBI y el Departamento de Justicia de EE.UU.

Epstein, de 66 años, fue hallado ahorcado en su celda y poco después la Oficina Forense de la ciudad certificó el fallecimiento muerte aunque está aún pendiente la autopsia.

Su muerte ocurre después de que el pasado 23 de julio ya fuera hallado inconsciente en su celda con marcas en su cuello y las autoridades investigaban si se había tratado de un intento de suicidio. Tras ese incidente fue trasladado a una unidad para prevenir intentos de suicidio, y ayer surgieron interrogantes sobre la eficacia de esa vigilancia.

El fiscal general de EE.UU., William Barr, aseguró estar “horrorizado” de que haya ocurrido bajo custodia del Gobierno federal. “La muerte de Epstein levanta serias interrogantes que deben ser contestadas”, dijo Barr en un comunicado. Agregó que además de la investigación que realiza el FBI, el Departamento de Justicia también llevará a cabo la suya.

Epstein, que fundó su compañía en 1982, fue arrestado el pasado 6 de julio cuando su avión privado aterrizó en Nueva Jersey y trasladado a Nueva York para afrontar los cargos de la Fiscalía del distrito Sur de la ciudad, de haber creado una red para abusar de decenas de niñas en su mansión neoyorquina, así como en otra situada en Florida, hace más de una década, de los que se declaró no culpable.

Según la acusación, se ayudó de empleados y colaboradores para atraer a sus residencias a las niñas, a quienes pagaba cientos de dólares tras cometer actos sexuales con ellas pero también para que reclutasen a nuevas potenciales víctimas, “al menos” entre 2002 y 2005.

El magnate intentó salir en libertad en espera de juicio, previsto para el próximo año, para lo que ofreció pagar una fianza de hasta 100 millones de dólares, a lo que la Fiscalía se opuso (y así lo ratificó el tribunal) con el argumento de que era un peligro para la comunidad y tenía un alto riesgo de fuga debido a sus recursos económicos. Su muerte también ocurre después de que el pasado viernes un juez de la Corte de Apelaciones de Manhattan ordenara que se publicaran cientos de documentos sobre Epstein, que pertenecían a un caso paralelo cerrado contra una mujer que era supuestamente su “reclutadora”. Sin embargo, una abogada que representa a una de las víctimas dijo al Wall Street Journal que este incidente no significa el final de esta investigación. “Las muchas víctimas de Jeffrey Epstein y sus cómplices no deberían perder la esperanza”, dijo al diario la abogada Roberta Kaplan, que se comprometió a buscar justicia para su cliente “pero también asegurar que todos los hechos de sus monstruosos crímenes sean conocidos para el mundo”.

El magnate, que nunca concluyó sus estudios universitarios, se enfrentó en 2008 a acusaciones similares en Florida, pero llegó a un acuerdo con la Fiscalía, que está siendo escrutado, y considerado contrario a la ley por un juez federal, ya que se le ocultó a las más de 30 denunciantes de abusos sexuales. A raíz de ese trato, supervisado por el entonces fiscal de Miami, Alexander Acosta, Epstein se declaró culpable de cargos estatales menores, fue condenado a 13 meses de cárcel y llegó a un acuerdo económico con las víctimas. También se registró como delincuente sexual.