Bruselas - Ha llegado el mes de agosto y los europeos abandonan las grandes ciudades en busca de sol, playa y montaña. Sin embargo, para algunas familias las vacaciones son un lujo fuera de su alcance. Los últimos datos de Eurostat revelan que en 2018 el 28,3% de los europeos no pudieron permitirse una semana de viaje al año, mientras que en España esta situación afecta a más de un tercio de la población.

El verano no es igual para todos en Europa. Mientras que unos lo relacionan con viajes, otros deben conformarse con tener unos días de descanso en el trabajo. Según la Oficina de Estadística europea, se estima que en 2018 el 28,3% de la población de la UE de 16 o más años no pudo permitirse irse de vacaciones de una semana.

Los Estados miembros donde más personas sufren esta situación son Rumania (58.9%), Croacia (51.3%), Grecia (51%) y Chipre (51%). Mientras que, al otro lado de la balanza, los países con porcentajes más bajos de personas que no pueden escaparse una semana de su lugar de residencia habitual son Luxemburgo (10,9%) y Suecia (9,7%).

España se encuentra en el lado ‘malo’ de la lista. Más de un tercio de los españoles (34.2%) no pudo permitirse una semana de vacaciones el año pasado. La recuperación económica no ha llegado a todas las familias, que siguen sufriendo las consecuencias de la crisis.

Si bien las cifras son considerablemente altas en el bloque, cinco años atrás los europeos estaban peor, con una media que ascendía al 39,5%. Los búlgaros y polacos son los ciudadanos comunitarios que más han aumentado las salidas, mientras que Grecia es el único país que ha empeorado sus posibilidades de escapada en dos puntos porcentuales.

Los datos oficiales ofrecidos este miércoles por Eurostat vienen a constatar una verdad que circula desde hace meses por Bruselas y el resto de capitales europeas, la economía del bloque comunitario se ralentiza. Una tasa de crecimiento del 0,2% durante el segundo trimestre del año que confirma el frágil avance de la economía y allana el terreno a los “estímulos” anunciados por Mario Draghi la pasada semana. Eurostat ha puesto de manifiesto los temores sobre la ralentización de la economía en el seno del bloque comunitario. Las cifras de crecimiento publicadas este miércoles se han situado en un 0,2 % durante el segundo trimestre del año tanto en la Eurozona como para el conjunto de los Veintiocho, un dato sustancialmente inferior a los 0,4 y 0,5 % registrados durante el primer cuarto del año. El frágil crecimiento de la UE coincide con el tímido aumento de los precios, con una inflación situada en el 1,1% en el mes de julio en contraste con la cifra del 1,3 % lograda en el mes anterior. - Aquí Europa