Helsinki - El presidente saliente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, reconoció ayer viernes que el reparto de altos cargos de la UE acordado el pasado martes entre los líderes europeos “no fue muy transparente” y lamentó que “no se haya convertido en una tradición” el mecanismo para elegir al jefe del Ejecutivo comunitario entre los cabezas de lista a las europeas.

“Sí, el proceso no fue muy transparente”, admitió en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro de Finlandia, Antti Rinne, en Helsinki en el marco de la visita del colegio de comisarios a la capital del país nórdico, que hasta finales de año ostenta la presidencia de turno de la Unión Europea.

Por contra, defendió que el proceso que le llevó a asumir las riendas del Ejecutivo comunitario en 2014 sí fue “muy transparente” porque se respetó el principio del spitzenkandidat, según el cual el nuevo presidente de la Comisión es elegido entre los cabezas de lista de los partidos políticos europeos en las elecciones a la Eurocámara.

“Todo el mundo sabía qué pasaría si este partido o el otro era el más fuerte del Parlamento Europeo”, recordó el luxemburgués, para después apuntar que “desgraciadamente” este sistema “no se ha convertido en una tradición” después de que los líderes nombraran a la ministra de Defensa de Alemania, Ursula von der Leyen como candidata a presidenta de la Comisión.

“El otro día dije en el Consejo europeo que siempre he tenido la impresión de que entraría en la historia, pero no así. Porque soy un tipo realmente único: fui el primero y el último spitzenkandidat”, bromeó

Estas palabras de Juncker llegan pocos días después de que los jefes de Estado y de Gobierno pactaran después de tres días de negociaciones el paquete de candidatos a asumir altos cargos de la Unión Europea. Von del Leyen, candidata a asumir la presidencia de la Comisión Europea, no se presentó a las elecciones europeas y, por tanto, no era la cabeza de lista del Partido Popular Europeo (PPE) en los pasados comicios.

Presidencia finlandesa La lucha contra el cambio climático y el cierre del presupuesto europeo para el periodo 2021-2027 son los dos grandes objetivos de Finlandia para los próximos seis meses coincidiendo con su presidencia de la Unión Europea, que estará marcada también por el Brexit, al que apenas se hace referencia. El primer ministro finlandés, Antti Rinne, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, hablaron de esas prioridades en rueda de prensa desde Helsinki, al término de su reunión del colegio de comisarios europeos. El mandatario finlandés subrayó el compromiso de su país en la lucha contra el cambio climático e indicó que durante este semestre tratará de contagiar ese entusiasmo al resto de Estados miembros, un reto ambicioso y que corre el riesgo de quedar relegado a un segundo plano ante asuntos más urgentes, como la negociación del Brexit.

Rinne insistió en que “es muy importante que la UE pueda hablar con una sola voz” en materia de clima y que haya un acuerdo que conduzca a una economía neutra en carbono para 2050, para lo cual se tratará de fomentar la cooperación y las acciones conjuntas. En ese contexto, el presidente de la Comisión destacó la “total armonía” del Ejecutivo comunitario con el programa de lucha contra el cambio climático de Finlandia y se refirió a la “urgencia” de tomar medidas, ya que de seguir con las actuales pautas “mañana nos harían falta cuatro planetas; solo tenemos uno, hay que mantenerlo”. Juncker destacó el ejemplo de Finlandia, que tiene previsto convertirse en una economía neutra en emisiones de CO2 para 2035, y confió en que la UE alcance ese mismo estatus para 2050.

“La UE necesita urgentemente liderazgo y estabilidad, cualidades de las que gozan los amigos finlandeses”, señaló Juncker, que consideró que el hecho de que Finlandia presida la UE en los próximos meses da “buenas razones para ser optimista”.

Sobre el cierre del futuro presupuesto, el primer ministro finlandés indicó que tratarán de lograr un acuerdo de aquí a diciembre y que en la reunión de ayer hablaron de cómo vincular esos fondos al respeto del Estado de derecho, o de la manera en que el presupuesto puede ayudar a proteger el clima. En relación con ese punto, Juncker dijo que la Comisión, que él dejará de presidir en unos meses, hará “todo lo posible” para conseguir el acuerdo del Consejo (gobiernos de la UE) al aumento de fondos “que hay que poner en marcha para luchar contra el cambio climático”.

Otra de las prioridades mencionadas por el mandatario finlandés con vistas a estos meses fue el refuerzo del respeto del Estado de derecho, un tema del que se habla mucho por el retroceso producido en particular en Polonia y Hungría. - E. P./Efe