MADRID. El contenido de la carta no ha sido revelado; sin embargo, Kim ha dicho después de leerla que el contenido era "excelente". Además ha agradecido el "juicio político y el coraje incomparable del remitente" y ha subrayado que meditará "con seriedad" el contenido de esta misiva.

Más tarde, la Casa Blanca ha confirmado el envío de una carta de Trump a Kim. "El presidente Trump ha enviado una carta y se ha mantenido una correspondencia entre los dos líderes", ha explicado la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en un comunicado remitido por correo electrónico.

También el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, se ha referido a la carta y ha expresado su esperanza de que la misiva sirva como cimiento para "iniciar unas negociaciones con los norcoreanos".

Kim ha recibido esta carta un día después de que Trump anunciase que había extendido un año las sanciones contra Corea del Norte. "La existencia y el riesgo del aumento de armas en la península de Corea y las acciones y políticas del Gobierno de Corea del Norte continúan siendo una inusual y extraordinaria amenaza a la seguridad nacional,, política extranjera y economía de Estados Unidos", indicó el mandatario estadounidense en un comunicado.

El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, afirmó el 11 de junio que una tercera cumbre entre el presidente estadounidense y Kim es posible, si bien dijo que la pelota está en el tejado de Pyongyang.

Aunque Corea del Norte ha mantenido su promesa de no realizar ensayos nucleares o de misiles intercontinentales, Bolton dijo que Washington mantiene su "campaña de máxima presión" porque Kim aún no parece haber tomado la "decisión estratégica de abandonar la búsqueda de armamento nuclear".

El propio Trump afirmó la semana pasada que había recibido una "bonita" y "muy cálida" misiva enviada por el líder norcoreano, al tiempo que describió su relación con Kim como "muy buena".

La última cumbre celebrada en Hanoi en febrero terminó sin acuerdo y desde entonces los esfuerzos diplomáticos parecen estar estancados. Pyongyang ha advertido de que su paciencia tiene un límite y de que Washington debe cambiar su "enfoque" hacia Corea del Norte y acabar con su hostilidad.