Washington - El Departamento de Estado de EE.UU. consideró ayer que el diálogo en Noruega entre la oposición venezolana y el chavismo debe centrarse en la salida del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y establecer ese tema como una prioridad. En una rueda de prensa, la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, expresó el deseo de Washington para que el proceso en Oslo “se centre en la salida de Maduro” y eso sea un “requisito para cualquier progreso”.

“Sobre las conversaciones en Noruega, como hemos dicho repetidamente, EE.UU. cree que la única cosa que hay que negociar son las condiciones de la salida de Nicolás Maduro”, dijo Ortagus.

“Aunque los esfuerzos anteriores para negociar fracasaron porque el régimen los uso para dividir a la oposición y ganar tiempo, esperamos que Oslo se centre en la salida de Maduro como un requisito para cualquier progreso”, añadió.

La portavoz evitó respaldar explícitamente el diálogo y se limitó a decir: “EE.UU. apoya el deseo del pueblo venezolano para recuperar su democracia y para poner fin al régimen ilegítimo de Maduro”.

Este sábado el Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega informó de que los representantes del Gobierno de Nicolás Maduro y de la oposición regresarán a Oslo esta semana, después de los encuentros preliminares que tuvieron lugar en días previos para entablar un diálogo político entre ambas partes.

Esta iniciativa de Noruega ha ganado el respaldo de Rusia y Cuba, aliados de Maduro, así como del grupo internacional de contacto impulsado por la UE, compuesto por países europeos como España, Francia y Alemania, así como cuatro naciones latinoamericanas (Costa Rica, Uruguay, Ecuador y Bolivia). La pasada semana, el enviado estadounidense para Venezuela, Elliott Abrams, ya se mostró escéptico sobre el diálogo, especialmente sobre cualquier papel que pueda jugar el Gobierno cubano. Según la televisión pública noruega NRK, los contactos entre la oposición y el chavismo se iniciaron en Cuba y continuaron con reuniones secretas en Oslo. Venezuela vive un pico de tensión política desde enero, cuando Maduro juró un nuevo mandato de seis años tras ganar unas elecciones que fueron tachadas de fraudulentas por parte de la oposición, y en respuesta el líder opositor Juan Guaidó se autoproclamó como presidente interino.

Desde entonces, el conflicto político se ha agudizado y varios países, entre ellos Noruega, intentan impulsar mecanismos para encontrar una solución negociada a la crisis. Noruega ha ejercido como facilitador en una veintena de procesos de diálogo en las últimas décadas, como el que llevó a la firma de los acuerdos de Oslo entre israelíes y palestinos o las conversaciones entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC.

Acusado de apoyar el golpe Por su parte, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) pidió ayer miércoles a la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) levantar la inmunidad del diputado opositor Rafael Guzmán, quien se suma a otros 14 legisladores despojados de su fuero por apoyar un fallido levantamiento militar.

La máxima corte decidió que el diputado tiene responsabilidad “en la comisión flagrante de los delitos de traición a la patria, conspiración, instigación a la insurrección, rebelión civil, concierto para delinquir, usurpación de funciones, instigación pública a la desobediencia de las leyes y el odio continuado”. “Por tratarse de la comisión flagrante de delitos comunes (...) no procede el antejuicio de mérito del mencionado ciudadano, en razón de lo cual su enjuiciamiento corresponde a los tribunales ordinarios en materia penal”, añadió el Supremo en un comunicado. La solicitud del máximo tribunal responde a una petición del fiscal general, Tarek Saab, y ocurre luego de que hace una semana el presidente la ANC, Diosdado Cabello, indicara que otros diputados opositores se quedarán sin inmunidad parlamentaria por respaldar un efímero alzamiento militar contra el Gobierno de Nicolás Maduro.

El oficialista subrayó en ese momento que en Venezuela “no va a haber impunidad” luego del levantamiento ocurrido el pasado 30 de abril que estuvo liderado por el jefe del Parlamento, Juan Guaidó.

De cumplir la ANC con esta petición del Supremo, Guzmán se sumaría a la lista de diputados despojados de su inmunidad y acusados de rebelión. Según el artículo 200 de la Constitución venezolana, “en caso de delito flagrante cometido por un parlamentario o parlamentaria, la autoridad competente lo o la pondrá bajo custodia en su residencia y comunicará inmediatamente el hecho al TSJ”. - Efe