Moscú - El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, que se reunía ayer con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, que Estados Unidos no busca una guerra con Irán, aunque advirtió de que responderá si sus intereses se ven amenazados por la República Islámica. “Básicamente, no buscamos una guerra con Irán”, dijo Pompeo en rueda de prensa conjunta con Lavrov en el balneario de Sochi, en el mar Negro.

Al mismo tiempo, el presidente Trump negó que su Gobierno esté estudiando la posibilidad de desplegar 120.000 militares en Oriente Medio debido a la creciente tensión con Irán, aunque aseguró que estaría dispuesto a enviar a “muchísimos” más soldados a la región. “¿Si lo haría? Absolutamente, pero no hemos hecho planes y espero que no tengamos que hacerlos. Pero si los hiciéramos, mandaríamos a muchísimas más tropas que esas”, declaró Trump a los periodistas.

Con estas palabras, el mandatario desmentía una información publicada este lunes por el diario The New York Times, que señalaba que la Casa Blanca y el Pentágono evalúan la posibilidad de enviar a 120.000 efectivos a la zona del golfo Pérsico para hacer frente a Irán, pero Trump no dudó en calificar dicha información de “noticia falsa”.

De acuerdo con el diario neoyorquino, fue el propio secretario de Defensa en funciones, Patrick Shanahan, quien presentó el plan en una reunión celebrada la semana pasada, a la que asistieron los principales asesores de seguridad nacional del presidente. El plan no contemplaría una invasión de Irán, para la que harían falta más efectivos, según el rotativo neoyorquino.

El propio Trump advirtió este lunes a Irán de que “sufrirá mucho” si actúa contra los intereses de Estados Unidos, en un momento de fuertes tensiones entre ambos países y de roces entre Teherán y sus vecinos del golfo Pérsico.

La tensión en el golfo Pérsico ha aumentado desde que Washington anunció en abril pasado el fin de las exenciones que había concedido a ocho naciones o territorios para que siguieran comprando petróleo a Irán pese a la retirada de EE.UU. del pacto nuclear con ese país. Como consecuencia, las autoridades iraníes amenazaron con bloquear el estratégico estrecho de Ormuz, por el que cruza una gran parte del crudo mundial, si las sanciones impuestas por EE.UU. tras retirarse del acuerdo nuclear de 2015 impiden sus exportaciones de petróleo, vitales para la economía del país persa.

Washington ha respondido con el despliegue de su portaaviones USS Abraham Lincoln y de otro buque en aguas del golfo Pérsico y con el envío de una flota de bombarderos B-52 a la base estadounidenses de Al Udeid, en Catar.

Por su parte, Pompeo destacó que Washington presiona a Teherán solo con el objetivo de que deje de apoyar al grupo chii libanés Hizbulá, al que acusó de bombardear territorio sirio, donde recordó se encuentran tropas rusas y norteamericanas.

“Continuaremos ejerciendo presión sobre Irán para que vuelva al redil de los países responsables y que hagan todo lo posible para reducir la desestabilización”, señaló.

Al respecto, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, expresó su confianza en que “la razón impere” y esos supuestos planes militares de EE.UU. sean solo un rumor. “Mike me ha dicho que es un asunto de los militares, que esos rumores no tienen nada de cierto, ya que la región ya tiene más que suficientes conflictos”, apuntó. Lavrov afirmó haber detectado el interés de EE.UU. de buscar una “solución política” a la crisis nuclear iraní. “Espero que junto a nuestros colegas europeos y chinos, que también son participantes en el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, en sus siglas en inglés), estemos en contacto con nuestros colegas norteamericanos para buscar una salida a la crisis”, afirmó.

Y recordó que Moscú considera errónea la postura de EE.UU. no solo de abandonar el pacto nuclear, sino de imponer desde entonces sanciones unilaterales que prohiben “mantener cualquier clase de relación con Irán”. “No se puede comprar petróleo y ahora tampoco se puede comerciar con Irán”, comentó.

El presidente de Irán, Hasan Rohaní, anunció hace una semana que da marcha atrás a algunos compromisos adquiridos por el país en el acuerdo nuclear firmado en Viena en 2015, que tiene por objetivo que la República Islámica no se haga con un arsenal atómico. Seguidamente, el presidente de EE.UU. anunció la imposición de sanciones a los sectores del hierro, acero, aluminio y cobre de Irán, que según la Casa Blanca representan el 10% de las exportaciones iraníes.

Así mismo, Moscú reaccionará positivamente a la propuesta de Trump de reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin, en la ciudad japonesa de Osaka durante el G20, si esta es formulada oficialmente. “Si esta propuesta es hecha formalmente, nosotros reaccionaremos positivamente a ella”, afirmó Lavrov. -Efe