AUSTRALIA. La Policía neozelandesa explosionó hoy dos bolsas de forma controlada en Auckland, en la Isla Norte, tras los tiroteos contra dos mezquitas en los que murieron al menos 40 personas y otras 20 resultaron heridas en Christchurch.

Bajo la alerta máxima en todo el país, los agentes indicaron que las bolsas, halladas en la estación de tren de Britomart de Auckland, solo contenían materiales de construcción.

"Esto solo puede ser descrito como un ataque terrorista", afirmó la primera ministra, Jacinta Ardern, acerca de los tiroteos en una comparecencia retransmitida en directo desde Wellington, en la Isla Norte.

Ardern informó de que cuatro personas fueron detenidas y tres permanecen bajo custodia policial, incluido un sospechoso nacido en Australia, mientras que todas las mezquitas del país permanecen cerradas por seguridad.

Los asaltantes causaron 30 muertos en la mezquita de Al Noor y otros 10 muertos en el Centro Islámico Linwood en un ataque dirigido, según la Policía, contra inmigrantes y musulmanes en Chrischurch.

La mandataria neozelandesa calificó el ataque de "extrema ideología y extrema violencia" y señaló que no tiene "precedentes" en Nueva Zelanda, un país que describió como diverso y abierto.

Ardern afirmó que los cuatro detenidos, que están siendo interrogados por la policía, no estaban fichados y que la seguridad ha sido elevada en todo el país, incluidas las fronteras, aunque los vuelos comerciales no se verán afectados.

Los agentes encontraron artefactos explosivos en los vehículos y uno de los asaltantes fue identificado como Brenton Tarrant, un australiano originario del estado de Nueva Gales del Sur, según indicó una fuente policial australiana a la televisión TVNZ.

Los ataques se produjeron a primera hora de la tarde en las dos mezquitas situadas en el centro de Christchurch, la mayor ciudad de la Isla Sur del país.