Lodi (norte de Italia) - Siete personas han muerto en Italia y el número de contagios llega en este momento a los 222, lo que confirma la posición del país europeo como el tercero por número de contagios en el mundo solo después de China y Corea del Sur.

"Se nos ha acabado la vida normal. Sientes que ha cambiado todo", esta es la sensación de Sara Martín, española, madre de tres hijos, y que vive en Lodi, en la región de Lombardía, en el centro del foco de contagio del coronavirus. Esta madrileña habla desde su casa de Lodi mientras se escucha jugar a los niños y su marido, italiano, trabaja en otra habitación ya que ayer le habían recomendado que no fuera al trabajo, en Milán, porque está en la zona de contagio. Aunque Lodi, una localidad de 45.200 habitantes, no se encuentra entre las once a las que se les ha aplicado la cuarentena y se prohíbe la entrada y salida, "todo está cerrado" y "se ha recomendado no hacer vida social".

Llevan metidos en casa desde el viernes cuando se supo que una persona de la cercana Codogno, un hombre de 38 años, estaba infectado del virus Covid-19 y había numerosos casos positivos. Ya van más de 160 sólo en Lombardía. Pero ayer, Sara Martín, cuando tenía previsto llevar a los niños al colegio y la guardería, se daba cuenta de que "se ha acabado la vida normal". Este domingo fue al supermercado para comprar al menos "algún potito" para su hijo más pequeño de un año y se encontró que no quedaba prácticamente nada. "No quedaba ningún tipo de producto fresco, ni ensaladas, nada... conseguí comprar solo un poco de queso para untar", explicaba.

sin poder salir de casa Las perspectivas son preocupantes por ahora. Al menos durante una semana, tendrán que estar en casa sin prácticamente salir y a su marido le han anulado las visitas de trabajo que tenía comprometidas por la zona ante el peligro de contagio.

Espera poder salir, "para que les de un poco de aire a los niños" al menos media hora por el parque y donde no haya mucha gente. "Tampoco tengo muchas ganas de salir y es que el panorama es preocupante", explica y añade que su vecino de al lado, puerta con puerta, está en cuarentena, porque es una persona de Codogno, el epicentro del foco, al igual que el médico de familia que también está en aislamiento al haber tenido contactos con infectados.

Dice que el chat de Whasapp de las madres del colegio es un hervidero, hay quien se preocupa porque está resfriado y piensa que puede estar contagiado, hay quien le quita importancia o el que protesta por la falta de información. "El miedo existe, aunque yo intento estar serena y tomar precauciones, pero todo esto impresiona", asegura. Por el momento, para estar entretenida e informar, está realizando un vídeo diario que cuelga en Twitter del grupo Mujeres teníamos que ser, y donde cuenta su minuto a minuto de encierro en casa. - Efe