Oihan Sancet (Iruñea, 25-IV-2000) vale oro. Máximo goleador del Athletic en LaLiga con siete dianas tras lograr anoche su segundo hat-trick en Primera División después de firmar el primero en la visita a Osasuna el 3 de enero de 2022, el navarro se ha convertido definitivamente en una pieza indispensable en el ataque del conjunto rojiblanco. Su movilidad a la espalda de los pivotes, unida a su innata habilidad para girar y enfocar la portería rival con la cotizada capacidad de asistir y marcar convierten al ‘8’ en un futbolista mayúsculo, de los que se ansía tener en una plantilla y al que conviene ver hacer carrera en San Mamés. No es un asunto baladí, pues el contrato del iruindarra vence al término de la próxima temporada. Presión para la junta directiva comandada por Jon Uriarte, quien vio desde el palco de San Mamés una nueva exhibición del ‘lince’.

Con tres zarpazos, el primero en el minuto 10, el segundo al paso del 35 y el tercero en el 75 vacunó Sancet a un sobrepasado Cádiz, un equipo acostumbrado a complicar la vida a los atacantes rivales, pero incapaz de contener el huracán futbolístico que desató, cual tormenta perfecta, un jugador de magnífico presente y brillante porvenir a sus todavía 22 años de edad. No pudieron con él los Fali, Escalante, Luis Hernández o Momo, quienes se fajaron por dentro cruzándose una y otra vez con un desatado Sancet que tampoco descuidó sus labores defensivas. Activo con y sin balón en un triángulo completado por Mikel Vesga e Iker Muniain en la medular, el navarro cuajó una sobresaliente actuación a título individual más allá de los goles tras partir desde el banquillo en los dos últimos partidos.

Suplente contra el Valencia en la Copa y ante el Celta en LaLiga, Sancet regresó al once inicial para marcar diferencias y sellar, de saque, los dos primeros goles del Athletic frente al Cádiz, que se unieron al que marcó también en el derbi contra la Real Sociedad. Hasta el inapelable cabezazo de Yeray Álvarez en la acción del 3-1, de hecho, suyos eran los tres únicos goles ligueros del Athletic a la vuelta del parón mundialista, un tramo de seis encuentros sumando el de este viernes en el que la irrupción de Ander Herrera y la resurrección de Muniain amenazaron con restar protagonismo a un Sancet que alzó la voz. Y de qué manera.

TRES MISILES

Lo hizo a base de misiles. Hasta tres, a cada cual más preciso. El primero, gracias a un potente derechazo para hacer inútil la estirada de Ledesma y abrir el marcador; el segundo, con un remate seco en la corta distancia tras dejada de Raúl García para poner el 2-1 en el luminuso y devolver la ventaja en el marcador; y el tercero, para redondear la fiesta, tras controlar el balón con la cabeza en carrera y conectar un zurdazo ante el que nada pudo hacer tampoco Ledesma. Hacía más de seis años que un jugador del Athletic no marcaba un hat-trick en San Mamés, Aritz Aduriz con sus cinco tantos contra el Genk en 2016 en la Europa League.

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El Athletic - Cádiz, en imágenes Borja Guerrero

Desde entonces, para más inri, solo Sancet había sido capaz de marcar tres goles en un partido y volvió a conseguirlo anoche el iruindarra, que fue sustituido por Valverde para llevarse la ovación de la grada en su cita número 101 con el primer equipo del Athletic (solo en dos ha completado los 90 minutos). “No se puede explicar lo que he sentido. Muy contento y agradecido al público por lo que me transmite. Estoy muy feliz por poder ayudar al equipo con mis goles. Soy un jugador que me gusta llegar desde segunda línea y se ha visto”, valoró Sancet.