¿Cuántas regiones de España has visitado? Sea cual sea la respuesta, Pipper, el perro viajero, también ha estado en ellas. Este parson russell terrier ha viajado por las cincuenta provincias y las dos ciudades autónomas españolas. Gracias a esos más de 50.000 kilómetros recorridos junto a su humano, Pablo Muñoz Gabilondo, este ha podido recopilar en el libro España con perro sus experiencias, consejos prácticos y los mejores destinos para conocer con tu perro.

Antes de comenzar con la aventura, Muñoz, autor de la guía, especifica que los planes y normas a los que se hace referencia son exclusivamente para perros de compañía: los que sirven de asistencia a personas con discapacidad visual o que ofrecen otro tipo de tareas sociales tienen una regulación propia.

También recomienda comprobar la normativa vigente del espacio público al que se pretende acceder antes de hacerlo para asegurarse de que la presencia canina sigue estando permitida y en qué condiciones. Especialmente en aviones, donde es muy aconsejable comprobar los requisitos de la aerolínea aunque, en términos generales, se suelen permitir en cabina perros pequeños con transportín que no excedan los 8 o 10 kilos.

Sin embargo, lo más importante del viaje es responder primero a esta pregunta: "¿Mi perro está preparado para dejar su hogar y rutinas?". Si la respuesta es que "no" lo mejor será buscar a alguien de confianza con el que pueda pasar esos días en los que los dueños van a viajar. Más adelante se podrá comenzar a trabajar en su socialización mediante experiencias como dormir en casas ajenas o acompañarnos a una cafetería del barrio donde se permita su presencia.

En caso de que la respuesta sea que "sí"€ ¡es el momento de hacer la maleta! Los elementos básicos que no podemos olvidarnos en casa son aquellos que ayuden a nuestro a perro a mantener, en todo lo posible, las rutinas a las que está acostumbrado: horarios de comida, juego, descanso€

Qué imprescindibles llevar al viaje

1. Identificación. Muñoz recomienda que nuestros perros lleven en el collar una placa con su nombre y nuestro número de teléfono, además de ir siempre acompañados de su cartilla sanitaria o pasaporte europeo. En caso de que el viaje se haga a España desde otro país, es aconsejable comprobar los requisitos de entrada en la web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

2. Vacunas y desparasitación. Mientras que la vacuna de la rabia es obligatoria en casi toda España, la de la leishmaniasis, la hepatitis o la parvovirosis son muy recomendables. También es buena idea preguntar al veterinario por alguna recomendación extra en función de la zona a la que viajamos y deshacernos tanto de los parásitos internos como los externos.

3. Seguro de responsabilidad civil. Aunque nuestro perro esté bien adiestrado, los accidentes pueden ocurrir en cualquier momento, y nosotros somos los únicos responsables. De hecho, en comunidades como Madrid se exige este seguro a todas las personas con perro.

4. Transportín y bozal. Además de asegurarnos de que el transportín cumple con los tamaños máximos aceptables en el medio de transporte que vamos a emplear, hay que tener en cuenta la comodidad de nuestro amigo: tiene que poder ponerse de pie y darse la vuelta.

También debemos tener a mano un bozal, no solo para acceder a determinados medios de transporte, sino porque en situaciones de agresividad o de ser un perro potencialmente peligroso (PPP) será obligatorio.

Consejos para viajar en buses urbanos

De todas las ciudades españolas con más de 50.000 habitantes, en 43 de ellas se prohíbe el acceso a perros y en otras 90 solo están permitidos perros pequeños con transportín. Mientras tanto, en otras como Irún o San Sebastián, nuestros amigos peludos pueden subir a un bus urbano sin el transportín.

Aún así, sigue habiendo una serie de líneas de actuación que habrá que cumplir:

1. Documentación sanitaria. Además, el animal tendrá que estar limpio y atado.

2. Limitación del tamaño máximo del perro. En San Sebastián solo se aceptan perros pequeños, en Fuengirola de hasta 25 kilos y en Irún no se permiten las perras en celo.

3. Prohibición horaria y limitación numérica. En algunas ciudades no pueden acceder en hora punta o a servicios nocturnos y, además, pueden establecer un máximo de mascotas por vehículo: en Irún son dos.

4. Comprar un billete. Solo en Palma y en Fuengirola habrá que pagar uno: 0'30 euros para los que no vayan en transportín en la primera ciudad y 0'57 para los de la segunda.¿Y qué hay de los bares y restaurantes?

La entrada o no de perros depende de la permisividad de la comunidad autónoma y el municipio pero, aún así, hay una serie de espacios donde lo tienen totalmente prohibido como, por ejemplo, los restaurantes con cocina integrada en el comedor. Por el contrario, los establecimientos veganos suelen aceptar casi siempre mascotas educadas y en las ciudades también hay mayor facilidad de encontrar locales pet friendly.

Sin embargo, la última decisión queda en manos del dueño del local, que puede establecer limitaciones horarias o sobre el máximo de perros que permite, aunque en las terrazas no suele haber problemas.