BILBAO. El estudio, desarrollado por la profesora del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina Aitana Lertxundi, apunta que el efecto nocivo de las pequeñas partículas en suspensión de plomo, arsénico o manganeso y el dióxido de nitrógeno, presentes en los valles del Goierri-Alto y Medio Urola, desaparece en bebes amamantados con leche materna durante los primeros cuatro meses de vida.
La investigación, que comenzó en 2006, demuestra que la exposición a estas partículas contaminantes afecta al desarrollo motor de los bebés.
"Aunque no son preocupantes, sí son significativos" ha apuntado Lertxundi, que ha explicado que estas partículas no resultan nocivas en los bebés amamantados durante sus primeros cuatro meses.
La investigación se ha desarrollado en el marco de programa de Infancia y Medio Ambiente del Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco, y ha sido publicado por la revista científica "Environment International".