El cuaderno de Sara...

EL cuaderno de Sara Carbonero fue el lunes un libro abierto. A la chita callando, la libreta donde la periodista prepara sus comentarios y directos a pie de campo habló a voces. Junto a la portería de Iker Casillas, la reportera más sexy del Mundial portaba un cuaderno que rezaba Cállate la boca. Una leyenda para silenciar los dimes y diretes que hay sobre la pareja de moda y su incidencia en el Mundial, y que va directa a la yugular de los comentarios: En boca callada, no entran moscas ni moscardones. Porque de nuevo Sara Carbonero ha sido el foco de todas las miradas y sus fotos en el césped, junto a la puerta de Casillas, son recurrentes. El lunes, antes de que España empezara a jugar su partido a las 20.30 horas, las agencias de imágenes AFP, AP, Reuters y Getty distribuyeron ochenta fotografías de la periodista. La posición que ocupa Carbonero, en uno de los fondos del campo, ha coincidido en los encuentros contra Suiza y Honduras con la portería elegida para calentar por el guardameta, por lo que la distancia que les separa, de pocos metros, contribuye a avivar pasiones.

Y es que el affaire de Casillas y Carbonero tiene ya dimensión internacional. El periódico italiano La Stampa aseguró ayer que la periodista es el talismán de la selección española. A la hora de calificar el partido contra Honduras, la prensa china bromeó con el morbo suscitado en torno a la relación entre el capitán y la reportera, asegurando que esta vez ella no le perjudicó. "Esta vez Sara no puso nervioso a Casillas", destacó en uno de sus titulares el diario Nuevo Pekín. "La derrota contra Honduras estimuló a Casillas, que rapó así sus barbas", aseguró, aludiendo a la nueva imagen del cancerbero. Los asiáticos se hacían así eco de la información del Times que aseguró el pasado jueves que "la derrota de la roja obedecía a que la mente de Casillas estaba puesta en Carbonero", al tiempo que su web enlazaba con la entrevista que la presentadora de deportes le hizo a su novio después del partido.

Cierto es que ya antes de desembarcar en Sudáfrica, la idea de que Carbonero podía perjudicar los resultados había sido mencionada en los programas de televisión y en la prensa del corazón. Ante esos comentarios, Carbonero dijo en La Noria, sin demasiada convicción: "Que voy a desestabilizar el Mundial... pero, ¿yo soy capaz de todo esto? Me parece una tontería".