Las reformas, integrales o parciales, de locales comerciales y oficinas buscan en la mayoría de los casos ganar espacio para los usos a los que van destinados. Un objetivo que se conseguirá aprovechando al máximo los metros cuadrados disponibles y distribuyéndolos de la forma adecuada. Con la ayuda de expertos en la materia, que conocen valiosos trucos efectistas, se alcanzará el resultado buscado.

Una técnica muy útil a este respecto, con la que lograr más sensación de amplitud para clientes y trabajadores que desarrollen allí su actividad es dividir los espacios del local con tabiques de cristal. De esta forma se constituirán varias salas separadas por cristaleras, que ocupan la mitad que una pared. Al potenciar el paso de la luz también se obtiene la impresión de mayor anchura en el espacio.

Todo proyecto de reforma con el fin de ganar metros eliminará pasillos y puertas innecesarias, o las sustituirá por correderas, atendiendo a los accesos necesarios y solo instalará un recibidor en caso de considerarlo indispensable. A diferencia de las viviendas, los locales comerciales no suelen tener vestíbulo y si fuera importante para recibir a las visitas o clientes, por ejemplo, es preferible que ocupe las mínimas medidas posibles para sumar espacio en el interior. Eso sí, siempre es aconsejable utilizar materiales de calidad para avanzar lo que los clientes van a encontrarse en el interior y transmitirles buenas sensaciones.

División de áreas

Para dar con la mejor distribución de un local con fines comerciales, las empresas expertas en reformas de estos espacios suelen planificar de antemano la división de las diferentes áreas del establecimiento, para luego trazar diferentes estrategias con objeto de ganar espacio.

Todas y cada una de las secciones deben estar fácilmente visibles para el cliente, garantizando su comodidad. Buscando la homogeneidad a la hora de realizar la rehabilitación se logrará que todos los diferentes puntos del local comercial reciban la misma atención.

Relación entre mobiliario y espacio

También es muy importante la relación entre el mobiliario y el espacio. En una oficina de tamaño reducido, por ejemplo, los muebles multifuncionales son una excelente opción. Además, el diseño ayudará a personalizar y crear ambientes únicos.

En el caso de un establecimiento dedicado a la venta se ha de buscar que las distintas categorías de productos se reconozcan fácilmente, ganando espacio en cuanto a mobiliario. Al mismo tiempo, con la reforma se puede mejorar en gran medida la accesibilidad a los mismos.

Las paredes son muy útiles a la hora de poder almacenar verticalmente los objetos a través de estanterías y armarios que lleguen hasta el techo, como si de una librería se tratase. De esta forma, además de aprovechar al máximo el espacio, se aportará un toque decorativo diferente al local. Asimismo, colocar los objetos a diferentes niveles de altura provoca una sensación espacial de amplitud que dará al local un aspecto más grande de lo que realmente es.

El secreto está en encontrar el equilibrio entre los espacios para generar impresión de homogeneidad y armonía.

Sensación lumínica

Por otro lado, la luminosidad tiene también un efecto casi mágico en la búsqueda de una sensación de mayor anchura y nitidez. Los colores de las paredes, en concreto, son un elemento importante que determinará la sensación de espacio.

Como consejo práctico, si el local dispone de luz natural hay que aprovecharla todo lo posible. El escaparate es la fuente de luz principal de un local comercial y si no hay más entradas de luz, habrá que intentar no bloquearla, tal y como subrayan los especialistas en este tipo de reformas.