ILES de montañeros vascos volverán a cumplir con la tradición y despedirán 2021 y recibirán a 2022 ascendiendo a diferentes cumbres, de Zaldiaran a Adarra, Loatzo, Urkiolagirre o, sobre todo, al Gorbeia, en el caso de vizcainos y alaveses, la cumbre del macizo del mismo nombre, donde se puede disfrutar la jornada en su parque natural.

Acabar el año o recibir al siguiente en el monte es una de las tradiciones vascas más arraigadas, a las que se suman cada año nuevas personas y generaciones los días 31 de diciembre o 1 de enero, bien sea de forma individual o siguiendo las convocatorias realizadas por las diferentes asociaciones de montañismo que copan los pueblos vascos.

El objetivo no es otro que dar un nuevo aliciente a este día ya de por sí especial, disfrutando del necesario aire libre en estos tiempos de pandemia y de las inigualables vistas de nuestros valles si la climatología lo permite. Y, de paso, brindar -algunos se atraven con champán-mientras se comparte un buen hamaiketako, a veces con turrón y el acompañamiento de villancicos y elementos pirotécnicos.

Según el dato histórico aportado por Iñaki García Uribe, la primera excursión conocida al Gorbeia data de 1874 aunque la práctica del montañismo como deporte está ligada a la constitución de la Federación Vasco Navarra de Alpinismo, a mitad de la década de los años 20 del siglo pasado.

Desde años es una tradición llegar hasta la cumbre, donde se concentran miles de montañeros en ambos días. Pueden llegar a ser hasta 3.000, en torno a la popular cruz del monte, a 1.482 metros de altitud, en la que es la cumbre más alta del macizo montañoso del mismo nombre, situado entre Araba y Bizkaia.

La cruz actual es la tercera levantada en Gorbeia. La primera, de 33 metros de altura, se bendijo el 12 de noviembre de 1901. La segunda se cayó en 1906, a causa de un temporal y sin estar colocados todavía sus brazos, y la actual se eleva 17 metros, pero se desconoce la fecha de su inauguración; incluso si se llegó a producir.

parque natural

Pagasarri y Ganekogorta, distantes media hora, son también alternativas para las personas residentes en Bilbao y su entorno. Eso sí, quienes acudan a Gorbeia podrán disfrutar de un bellísimo parque natural ocupado mayoritariamente por hayedos, robledales y pinares.

Y la oferta del parque natural de Gorbeia, vigente más allá de estos días puntuales, presenta múltiples actividades y atractivos naturales. De rutas mágicas marcadas por tradiciones milenarias a curiosidades naturales extraordinarias como el macizo de Itzina, las cuevas de Mairuelegorreta y Baltzola, la cascada de Goiuri, los embalses de Ullibarri-Gamboa y Urrunaga... Y por si fuera poco poder disfrutar del aire puro y de estos paisajes exuberantes, también ofrece infinitas posibilidades gastronómicas, lúdicas y deportivas relacionadas con la naturaleza.