R a la playa es uno de los mejores planes del paraíso natural que plantea Asturias. En sus más de 345 kilómetros de costa se dibujan playas para todas las retinas y las horas del día, para distintos momentos y para diferentes actividades náuticas. Hoy sugerimos visitar la de Cadavedo, con forma de concha, ubicada en el concejo de Luarca, en un espacio que fue un antiguo centro ballenero.

No es fácil elegir a qué playa asturiana dirigirse. Las elecciones suelen incluir Penarronda, conocida por sus atardeceres; Mexota, por sus formaciones rocosas; Porcía, debido a su tranquilidad; Verdicio, famosa por sus dunas, o la de Cadavedo, quizás menos conocida y ubicada en el término municipal de Valdés, en el concejo de Luarca, en una zona que fue un antiguo centro ballenero, el de Vallenerán, en la Edad Media.

Situada en el occidente de Asturias, el arenal cuenta con 440 metros de longitud y se ha convertido en un gran rincón turístico del Principado. La playa se extiende con la forma de una concha cubierta por cantos rodados y arena, en un entorno rural. El arenal es ventoso y el oleaje que llega al litoral suele ser moderado.

El acceso en coche al arenal, que forma parte del Paisaje Protegido de Asturias, es sencillo, a través de una carretera desde Cadavéu. Además dispone de un amplio aparcamiento, lo que facilita que su ocupación en verano sea elevada, cuenta con múltiples servicios de hostelería, duchas, aseos, zona recreativa y socorristas, y permite la pesca, incluida la submarina.