L Ibaizabal atraviesa Bilbao en su fuga hacia El Abra. La arteria principal de la villa se puede recorrer de puente en puente, especialmente ahora, con los cierres perimetrales, en una ruta que conecta el de San Antón con el del Euskalduna, sin olvidar el moderno Zubi Zuri o el ancestral de La Ribera.

La Ruta de los Puentes ofrece una forma diferente de recorrer Bilbao en una jornada, sin prisas, descubriendo sus peculiaridades, su función como escaparates urbanos y cruzándolos para tomar un aperitivo o buscando un restaurante donde comer.

El paseo se inicia en el puente de San Antón. Junto a la iglesia homónima, es emblema de Bilbao al formar parte de su escudo y único punto de unión entre orillas durante siglos. Bajando por Marzana, en la trasera de Bilbao La Vieja, se aprecia el Mercado de La Ribera y su puente, antaño "el más elegante", según la canción.

Avanzando nos topamos con el de la Merced, bajo la mirada de Ceres, primer edificio de hormigón de Bilbao. Frente a Bilborock, es un mirador excelente de San Antón, La Ribera, el Arriaga, el Ensanche y el rascacielos de Bailén. Resulta obligado tocar los animales de sus farolas para buscar la suerte antes de llegar al puente de El Arenal (1938), junto al Arriaga, y de hormigón armado.

El Ayuntamiento nos espera frente a su puente. Construido en hierro y antaño basculante, se reinauguró en 1939 tras ser destruido en la Guerra Civil. De paseo por el Campo Volantín nos encontramos con Zubi Zuri, la moderna y de cristal pasarela peatonal de Calatrava, junto a las Torres Isozaki. Desde Abandoibarra se puede admirar la decoración neobarroca del Palacio Olabarri y la inmensidad del puente de La Salve, con su ojo de luz y su soberbia arquitectura de titanio, cristal y acero.

Dejando atrás la pasarela Pedro Arrupe, de madera y acero, y la más joven de la villa, llegamos a la plataforma de Deusto, también basculante en origen. Se puede acceder al puente desde el muelle de Churruca, por ascensor y escaleras, y desde la otra orilla por Ribera de Botica Vieja, el acceso es por escaleras. El fin de la ruta lo marca el puente Euskalduna, de 1997. Construido con una sólida estructura de metal, tiene más de 250 metros de longitud y 27 de anchura.