L Born es el primer producto 100% eléctrico de Cupra. La división deportiva escindida de SEAT realiza una lectura esmerada y entusiasta del proyecto de turismo compacto a pilas del grupo VW. Arranca con una versión animada por un motor de 204 CV nutrido por una batería de 58 kWh, que promete hasta 424 km de alcance. El descuento de 1.210 euros aplicado por el fabricante hace que el desembolso mínimo necesario para hacerse con un Born ascienda a 37.400 euros, cantidad a la que los beneficios del plan Moves III pueden restar hasta 7.000 euros.

El Born se distingue por su silueta esbelta, casi deportiva. Es un automóvil de proporciones escuetas, pero con un eficaz aprovechamiento del espacio interior. Está construido sobre una nueva plataforma, especialmente concebida para sustentar modelos a batería. El considerable peso de la misma se distribuye de forma equitativa entre los dos ejes, rebajando así el centro de gravedad, lo que contribuye a dar mayor aplomo a los movimientos del vehículo.

Esa configuración propicia, asimismo, sacar el máximo partido al volumen de una carrocería cuyo diseño no parece a priori el idóneo para fomentar la habitabilidad, puesto que recurre a rasgos estilizados para seducir sugiriendo dinamismo. El Born forja su particular identidad deportiva mostrando líneas con mucho carácter, además de una serie de elementos mitad funcionales, mitad ornamentales: alerón prolongando el techo, estribos en los flancos, pilar delantero inclinado, iluminación LED, llantas especiales, detalles en tono cobre, etc.

El hecho es que el primer Cupra eléctrico sorprende con un envase de cinco puertas bastante escueto -ocupa 4,322 metros de largo, 1,809 de ancho y 1,540 de alto, y tiene 2,766 de batalla-, pero capaz de acomodar con relativa holgura a cuatro adultos, cinco si no hay otro remedio, que pueden llenar de bultos los 385 litros del portaequipajes trasero. Eso sí, no hay color entre ocupar el muy correcto asiento posterior o viajar confortablemente instalado en las butacas delanteras con estructura anatómica (de serie).

A los inquilinos de las mismas se les van los ojos a la gran pantalla táctil flotante (30,5 cm de diagonal) que preside el salpicadero. Por medio de ella es posible controlar las avanzadas funciones de conectividad, información, entretenimiento y gestión de carga eléctrica que ofrece el Born. Dicha pantalla, ligeramente orientada hacia el puesto de conducción, responde tanto a pulsaciones como a órdenes de voz. Además, tras el volante del modelo asoma un cuadro de instrumentos Digital Cockpit (mide 13,4 cm) de diseño simplificado. Sobre él, el sistema Head up display proyecta en el parabrisas datos del vehículo (velocidad, navegación, etc.) en realidad aumentada, lo que evita desviar la vista del tráfico.

La ambientación de la cabina rezuma una mezcla de depurada sofisticación y esmero deportivo muy acorde al espíritu de la marca, que trabaja pensando en una clientela joven, apasionada y entendida. A ella se suman, a partir de ahora, personas que además se sienten comprometidas con la sostenibilidad.

Por eso, el Born utiliza una ecléctica combinación de materiales. Los hay hasta cierto punto nobles, como el símil de neopreno que reviste la consola y los toques de cobre que identifican a Cupra. Conviven con otros procedentes del reciclado, como el tejido Sequal que cubre los asientos, producido con deshechos plásticos retirados del mar.

El modelo tiene a su disposición un abundante surtido de modernos y eficaces recursos tecnológicos, suministrados para garantizar la seguridad y asistir en la conducción. Los elementos que no entran en la generosa dosis ofrecida de serie se ofertan agrupados en tres paquetes complementarios.

BORN

CHISPA Y ALCANCE

Estreno. La versión con la que Cupra da a conocer el Born asocia un motor eléctrico, que transmite 204 CV a las ruedas traseras, y una batería de 58 kWh. Esta combinación consigue homologar una autonomía máxima de 395 a 424 km, y un consumo eléctrico de 15,5 a 16,7 kWh a los cien. Impulsa los 1.859 kg del coche en orden de marcha a una velocidad punta de 160 km/h. Más llamativo es su poder para acelerar: de 0 a 100 en 7,3 segundos, y de 0 a 50 en 2,9. La recarga de la batería requiere 6 horas y 15 minutos de conexión a un punto de 11 kW con corriente alterna; una toma rápida de corriente continua, de 120 kW, permite reponer el 80% de su contenido en 35 minutos.