Si cada político que predica las bondades del coche eléctrico cambiara el suyo por uno así, las ventas de este tipo de automóviles cero emisiones se dispararían. Pero no es el caso. De hecho, las matriculaciones de vehículos a pilas son poco relevantes. En los cuatro primeros meses del año en curso, en Bizkaia únicamente han generado 86 operaciones.

Esa cifra representa el 2,3% de los 3.733 turismos y todoterrenos entregados. No es un dato tan malo, si se compara con el porcentaje del mercado español, al que los eléctricos puros aportan el 1,84% de los pedidos. El que sí es un registro pobre es el de las ventas provisionales en Bizkaia, que marchan un 54% por debajo del nivel alcanzado el primer cuatrimestre de 2019, último año de actividad normalizada.

La perspectiva de la automoción electrificada mejora un poco añadiendo a esas contadas ventas de ejemplares cero emisiones las de los vehículos animados por sistemas de impulsión mixta enchufable, 140 ejemplares de enero a abril. Y si el objetivo es maquillar del todo la realidad, siempre se puede encomiar el tirón de la electromovilidad esgrimiendo el ascenso en la demanda de vehículos híbridos; suman hasta ahora 804 unidades.

Ahora bien, eso equivale a hacerse trampas al solitario, puesto que tras la gran mayoría de dichas ventas se esconden modelos con soluciones mild hybrid a 48 voltios. Están catalogados dentro de los híbridos y disfrutan de etiqueta Eco. Pero emplean sistemas motrices eminentemente térmicos, que recurren de forma puntual a una electrificación parcial de eficiencia energética limitada. Son, a menudo, versiones que el público adquiere no tanto por voluntad propia como porque han sustituido a las que demandaba tradicionalmente.

Metiendo en el mismo saco todas las propuestas que llevan en su enunciado alusiones a la electricidad, en Bizkaia se contabilizan 1.030 matriculaciones. Son el 27,59% de las ventas de automóviles hasta abril. Visto desde la perspectiva contraria, el dato resulta más revelador: casi tres de cada cuatro personas que han comprado aquí un coche nuevo este año se han decantado por versiones clásicas, diésel o gasolina. Ese es hoy el panorama real de la electrificación.