EN su decidida apuesta por la electrificación, Mercedes-Benz corre el riesgo de agotar el abecedario poniendo nombre a sus abundantes creaciones. Su catálogo se multiplica por la incorporación de propuestas a pilas inspiradas, con mayor o menor grado de fidelidad, en productos previos con impulsión tradicional. La marca premium alemana abre con el EQA, que pasa por ser la derivada ‘0 emisiones’ del GLA, una nómina en la que ya proliferan los alter ego de modelos convencionales, si se puede catalogar como tales a los productos de la estrella. En el listado que abre el SUV compacto se inscriben también facturas eléctricas como el EQC y el EQV, vinculadas respectivamente al GLC y al Clase V; antes de que acabe el año llega el turno al EQB, descendiente del GLB, y al EQS, conversión eléctrica del Clase S, el suntuoso estandarte de la casa.

En el primer peldaño de la escalera hacia la electrificación levantada por Mercedes-Benz se instala el EQA, un modelo con evidentes vínculos estéticos con el GLA. En su versión de salida, la EQA 250, este SUV de 4,46 metros instala un propulsor eléctrico que remite 190 CV a las ruedas delanteras y promete 424 km de autonomía. Dicho impulsor se nutre de la energía acumulada en una batería con 66,5 kWh de capacidad útil, que ocupa la plataforma entre ejes del vehículo. Puede reponer el 80% de su contenido en media hora de conexión a un cargador de corriente continua de 100 kW; con el de serie necesita 5 horas y 45 minutos enchufado a 11 kW de corriente alterna. El precio de esta versión, que tiene a su disposición abundantes recursos de serie y opcionales, parte de 49.900 euros, sin considerar planes ni descuentos.

Más adelante llegarán las versiones superiores EQA 300 4Matic y 350 4Matic, que procuran 228 y 292 CV; anuncian un alcance máximo de 432 km. Instalan en el eje posterior un segundo motor que asume la propulsión del vehículo, relegando el bloque delantero a una labor complementaria en caso de demanda adicional de potencia o tracción.

ESTRELLA EQS

El Clase S es la máxima expresión del saber hacer de Mercedes-Benz, y también un referente entre las berlinas de gran lujo. Así pues, su traslación al ámbito eléctrico está obligada a ejercer un liderazgo semejante. Se podrá constatar a partir de otoño. El EQS, 5,22 metros de exquisito cochazo, planteará dos versiones. La ‘sencilla’ 450+ instala un motor que envía 333 CV a las ruedas traseras; la 580 4Matic añade otro delante para obtener tracción total, lo que eleva su rendimiento a 523 CV. El modelo ofrece dos tipos de batería, de 90 y 108 kWh; se pueden recargar hasta a 200 kW. El fabricante augura un alcance máximo de 770 km.