L EV6 es el primer automóvil con impulsión exclusivamente eléctrica que Kia ha desarrollado sobre una nueva plataforma específica para modelos a pilas. Aunque esta innovadora creación comenzará a producirse en julio y saldrá a la calle en septiembre, ya se puede reservar una opción de compra. La aportación del próximo candidato a la movilidad sostenible es tan heterogénea como su abanico de versiones. Lo integran variantes con cuatro niveles de rendimiento -170, 228, 325 y 585 CV- y una autonomía máxima de 510 km. La tarifa oficial, que comienza al borde de los 47.000 euros, se atenúa sustancialmente gracias a unas ayudas gubernamentales a las que no todas las ejecuciones del modelo pueden acceder.

El constructor asiático con alma europea aspira a “redefinir las fronteras de la movilidad sostenible” por medio de este modelo de audaz estampa SUV que pone las ruedas en el suelo. El EV6 forma parte de una moderna generación de productos que comienza a aportar cordura a la compra de un eléctrico. Es un automóvil de imagen contemporánea, no solo digerible sino también sugestiva, concebido con notable espíritu práctico. Lo evidencia su diseño singular y también sus razonablemente amplias posibilidades de utilización: puede recorrer con una carga de batería un máximo de 400 a 510 km, dependiendo de la versión.

Esa distancia supera con creces la que cubre semanalmente un usuario medio, así que la autonomía ya no es un inconveniente. Por tanto, los obstáculos a salvar para la popularizar la electromovilidad se reducen a dos. Uno es la precaria red para el reabastecimiento de energía. Otro obedece al coste de adquisición de estos vehículos, todavía bastante más elevado de lo que fabricantes y sobre todo clientela necesitan.

El EV6 adopta complexión de crossover de talla media. Su estilizada carrocería de cinco puertas alcanza 4,68 metros de largo (tiene 1,88 de ancho, 1,55 de alto y 2,90 entre ejes) y acoge en su seno a cinco adultos con bártulos (su maletero ofrece hasta 520 litros y un máximo de 52 el cofre delantero). El más vanguardista de los Kia presenta una concepción interior innovadora, con un puesto de mandos muy tecnológico. Se caracteriza por su completa instrumentación digital distribuida en dos pantallas; a través de ellas se gestionan las constantes vitales del vehículo y todas las funciones de conectividad.

Kia propone varias configuraciones diferentes, con talantes bien distintos, por lo que no cabe hablar en singular del EV6. La versión más sosegada, asequible y quizá popular plantea una motorización que transmite 170 CV (125 kW) a las ruedas traseras y permite progresar hasta 100 km/h en 6,2 segundos; va alimentada por una batería de 58 kWh y augura un alcance máximo de 400 km.

Por encima de ella aparecen dos propuestas semejantes, con tracción trasera y 229 CV (168 kW), servidas por la batería habitual de autonomía extendida y 77,4 kWh. Una homologa 475 km de alcance y la otra ostenta el récord de 510.

El reparto contiene, además, otras dos interpretaciones de alto rendimiento. Ambas incorporan un segundo motor, cuyo cometido es accionar el eje delantero, para obtener de este modo tracción integral. La primera de esas variantes procura 325 CV (239 kW), acelera hasta 100 en 5,2 segundos y promete rodar 450 km con una carga completa.

La segunda es la versión GT, de estética y temperamento abiertamente deportivos, con una sobredosis de potencia de 585 CV (430 kW). Dicho nervio catapulta el EV6 de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos, haciendo posible alcanzar 260 km/h de punta. Eso sí, poniendo constantemente a prueba esas grandes facultades resulta imposible acercarse al alcance ideal de 400 km que declara su ficha de homologación WLTP.

El EV6 tomará tierra perfectamente pertrechado con los recursos de seguridad y asistencia a la conducción más sofisticados. Kia va a dosificar esas dotaciones siguiendo la jerarquía que imponen las tres puestas en escena previstas, una discreta, otra GT-Line de inspiración deportiva y una tercera GT más radical. Los precios, ordenados desde 46.950 a 67.250 euros, pueden reducirse en algún caso gracias a las subvenciones para sustituir modelos obsoletos por otros con tecnología limpia.