A firma china DFSK se incorporó al mercado en el peor momento posible, en vísperas del estallido de la pandemia. De modo que su primer producto, un amable, corpulento y acogedor SUV de siete plazas, ha pasado inadvertido. El estreno ahora de la segunda creación, el llamativo crossover F5, confiere a ese DFSK 580 previo la notoriedad que merece. Ambos productos cultivan un estilo acorde a los gustos europeos, recurren a contrastadas tecnologías de proveedores japoneses, y transmiten una sensación de calidad bastante persuasiva. Además, van equipados con una generosidad poco acorde a sus comedidas tarifas. En breve, la firma ampliará su catálogo con el E3, un SUV compacto (4,3 m), al que seguirá una gran berlina deportiva; ambos cuentan con impulsión 100% eléctrica y prometen extensa autonomía.

El DFSK 580 es un producto mestizo, un SUV con versatilidad de gran monovolumen. Su carrocería de 4,68 metros contiene una desahogada cabina con siete prácticas plazas repartidas en tres líneas de asientos. Avanza impulsado por un motor de gasolina con 145 CV, energía que se remite a las ruedas delanteras con ayuda de una caja automática de variación continua. De este propulsor también se propone una recomendable versión bifuel adaptada para funcionar con GLP, que disfruta de etiqueta medioambiental ECO. Los casi dos mil euros adicionales que reclama se amortizan con el menor coste y el inferior consumo que comporta el gas licuado.

El modelo está disponible desde 24.495 euros, dos mil más si se opta por el acabado más esmerado. Este precio oficial se acerca a los veinte mil euros si se opta por financiar la operación a través de la entidad asociada al importador. No hay otro modelo de sus características por esa cantidad. Menos aún que ofrezca en sus dotaciones asistencia electrónica en frenadas de emergencia, freno de estacionamiento eléctrico, control de presión de neumáticos, cámara con sensor trasero, ordenador, pantalla táctil multifunción, sistema de apertura y arranque inteligente, sonido HD, aire acondicionado dual electrónico, grabadora de conducción y calefacción en los retrovisores exteriores. La terminación superior, que reclama dos mil euros suplementarios, agrega techo panorámico, faros led, ajuste eléctrico del asiento del conductor y cámaras de visión perimetral.

La otra novedad de la marca asiática tiene un enfoque completamente distinto. El DFSK F5 apunta hacia un sector de público más interesado en la imagen que en la funcionalidad. Aunque su eslora es semejante a la del modelo hermano (ocupa los mismos 4,68 m), resulta menos imponente debido al diseño en declive de su zaga, rasgo que aporta un elegante toque cupé emulando la deportividad de referentes como el BMW X4, el MB GLE y el Audi Q3 Sportback. No termina de confirmar tal dinamismo la combinación del motor de gasolina - bloque de cuatro cilindros sobrealimentado de 137 CV que suministra Mitsubishi- y la caja automática ZF que transmite la potencia a las ruedas delanteras. Esta mecánica también se puede adaptar a GLP.

El F5 carece de túnel de transmisión interior, lo que confiere una buena habitabilidad a su cabina. Goza, asimismo, de abundante equipamiento. La versión Classic cuesta 28.995 euros y la Eco 30.846, importes que se reducen a 26.495 y 28.346 euros contratando la financiación.