En estos tiempos de pandemia quién no ha comprobado lo complicado que es llevar gafas de sol y mascarilla a la vez. Entre que se empañan y que con tantos accesorios en la cara parece que vas a atracar un banco, a evitar a los paparazzi o a declarar en un juicio por corrupción, no pocas personas han decidido prescindir de las gafas de sol e ir por la vida achinando los ojos.

Pues precisamente en un país de ojos achinados, Japón, han decidido fundir los dos elementos, gafas y mascarilla, y han ideado unas gafas de sol que cubren prácticamente toda la cara: de las cejas al mentón, con una imagen bastante futurista y con las que es muy difícil reconocer a alguien. Imposible saber si quien va a tu lado sonríe, tiene mala cara o está enfadado, pero eso sí, irá bien protegido de los rayos ultravioleta, de polvo, de humo y de salpicaduras, además de que te servirá de espejo si le miras a la cara. No dicen nada de la protección ante los virus, pero no tiene pinta de que se vayan a aprobar como mascarillas.

Es la creación de la empresa nipona ZGHYBD, que las vende en Amazon por unos precios que oscilan entre los 12 y los 30 euros, lo que hace desconfiar de su anunciado nivel de protección. Cuentan con patillas como cualquier gafa estándar y con una almohadilla en la nariz para completar la sujeción. Según la firma japonesa, se trata de un modelo unisex fabricado con cristal polarizado de policarbonato y con una superficie antiempañamiento.