La modelo Alex Undone había alquilado un alojamiento a través de la plataforma Airbnb en Brooklyn, Nueva York, y descubrió una cámara oculta disfrazada de cargador de teléfono. En una publicación en su perfil de Instagram, Undone afirma que se percató de la cámara en la sala de visitas de la propiedad cuando se disponía a descansar luego de un día de trabajo.

“La única razón por la que sabía lo que era fue por un video de hace años que se hizo viral, en el que una joven modelo advirtió a otras mujeres sobre espeluznantes fotógrafos que las usaban en baños, vestuarios, etc.”, escribió.

A simple vista, el dispositivo luce como una simple clavija para tomacorriente con conexión para un cable USB, pero esconde una entrada para una tarjeta de memoria portátil que almacena las imágenes registradas por una lente colocada en la parte delantera. Alex se quejó a la Policía, pero le dijeron que su caso se encontraba en “una zona gris”, es decir, que no estaba claro si la cámara violaba la ley o si el anfitrión había incurrido en algún delito. Indiferentemente de si el propietario del inmueble hubiera revelado o no la presencia del equipo de grabación, este se encontraba en las “áreas comunes”. Según Airbnb, solo es prohibida la instalación de cámaras de seguridad o dispositivo similares en espacios privados, pero los dueños deben incluir en sus anuncios información sobre cualquier equipo para evitar ser suspendidos, explica.

Mientras la modelo esperaba una respuesta de las autoridades anunció que la oferta de vivienda fue eliminada del catálogo de Airbnb. Asimismo, recomendó a todos los usuarios de ese tipo de servicios que “revisen minuciosamente” los espacios que alquilan y pidió compartir su publicación para que más gente esté al tanto. “Mi privacidad fue violada y utilizada para Dios sabe qué. Me robaron la tranquilidad y ni siquiera me permitiré pensar cuánto peor podría haber sido esto si mi hija hubiera estado conmigo. Por favor, protéjanse porque estos sistemas no lo harán”, aconsejó. El incidente con Alex Undone es uno de los muchos denunciados por usuarios de Airbnb en todo el mundo.

El año pasado una familia neozelandesa que reservó un apartamento en Irlanda halló una cámara, que emitía en directo, dentro de una carcasa similar a una alarma contra incendios o un detector de humo. En el mismo año, una huésped descubrió un aparato similar en un enrutador que estaba frente a su cama, en un piso que arrendó en la ciudad china de Qindao, publica RT.