El libro es un manual que desbroza aquellos temas que pueden dañar una relación y sobre los que hay que tomar medidas, algunas veces tan drásticas como un adiós más o menos civilizado. La sinopsis es de lo más sugerente: "Deja de elegir a hombres que no te convienen ¿Tienes la sensación de que eres un imán para hombres que no te valoran, no se comprometen o no están preparados para una relación, pero no sabes cómo dejar de atraerlos? Este libro te brindará las herramientas para comprender qué errores has cometido. A través de veinticinco ejercicios diseñados especialmente para la toma de conciencia, de relatos verídicos y de valiosas enseñanzas, impartidas con mucho humor, darás con las claves para elegir a un hombre que te brinde respeto, cariño y amor, sin tener que jugar o manipular, siendo cien por cien auténtica". Eso dice y resulta costoso de creer, pero a lo largo de la conversación Llop desmitifica los muchos pensamientos populares que penden sobre hombres y mujeres. Ellos, dice, pueden ser tan románticos como ellas, y ellas tan infieles como ellos, aunque en este apartado señala que la mujer es más hábil a la hora de engañar y tiene más arte para hacerlo sin que se note.

Mándalo a la mierda. (Mereces algo mejor). Un título un tanto provocador y rotundo.Mándalo a la mierda. (Mereces algo mejor)

Sí que lo es, pero no es algo que tengas que verbalizar siempre, es más un estado mental. Es un cambio de chip, el necesario cuando alguien no te está dando la relación que tú quieres o no te está tratando bien. Es necesario que dentro de tu cabeza haya un chispazo que te diga: Venga, ya, mándalo a la mierda porque tú necesitas a alguien mejor.

¿Y no sería mejor hablarlo antes de mandar a un señor a la mierda?

Ja, ja, ja€ Se supone que cuando ese chip se activa está todo más que hablado y es necesario que dejes de lado a quien no te aporta más que amargura, para que pueda entrar otra persona que sí te dé todo eso que tú quieres.

¿Cree que hay muchos casos en los que se impone sacar de la vida a la otra parte de la pareja?

No lo sé, pero sí que hay casos en los que una parte de la pareja no ofrece todo aquello que la otra espera. Siempre hay unas expectativas en una relación y no siempre se cumplen. Hay muchas cosas que impiden que una pareja o una parte de ella no sea feliz con la relación que tiene. Si se han buscado soluciones, si se ha hablado, si se ve que no hay salidas que convenzan a las dos partes, entonces sí, es mejor decir: A la mierda yo me merezco algo mejor.

Dicen que el pragmatismo es de los hombres y el romanticismo, patrimonio de la mujer.

Decirlo tajantemente no es lo correcto. Conozco hombres que son unos romanticones de cuidado y a mujeres muy pragmáticas. Desde el pragmatismo y desde romanticismo puede haber amor, pero lo realmente importante es que en una pareja haya equilibrio y que lo que tú esperas del otro se materialice. Hay ocasiones en las que esas expectativas no se dan y es mejor plantearse soluciones, y una de ellas es salir de una relación que no te aporta lo que quieres.

También existe la opinión de que somos las mujeres las que más intentamos mantener viva la llama del amor y tiramos de ella de una forma desesperada.

He visto hombres que también intentaban salvar su relación, su amor, y que tenían mucha paciencia con su pareja. No es exclusivo de uno o de otra el mantener vivo el amor. Hay que luchar por el amor, pero todo tiene límites. Lo que tú debes saber es dónde están esos límites y que quizá te mereces algo mejor de lo que tienes.

¿Y cómo nos damos cuenta que es mejor mandar a la mierda a quien comparte nuestra cama y nuestra vida?

Debemos echar mano de la autoestima. Debemos saber cómo está nuestro nivel de autoestima y ver cómo están nuestros estándares.

¿Estándares?

Es lo que nosotros necesitamos para ser felices y estar a gusto en una relación. Cuando no se están cumpliendo es cuando vamos a tener que mandar a la mierda a nuestra pareja.

Se supone que no es fácil y que cuesta.

No, fácil no suele ser. En parte nos hemos acostumbrado a unas rutinas y es difícil salir de ellas sin que nos sintamos desubicados. Sabemos que la pareja que tenemos al lado es tóxica, que no nos conviene, y sin embargo seguimos a su lado.

¿Por qué nos agarramos como a un clavo ardiendo a personas que sabemos que son tóxicas?

Porque nos montamos fantasías con lo que queremos que sea esa relación, o con lo que pensamos que debería ser. Cuando nos enganchamos a esa fantasía y vemos potencial en la relación, nos quedamos esperando y esperando a ver si se cumple. Esto suele ocurrir cuando tenemos la autoestima muy baja.

Hablemos del amor. ¿Ha cambiado mucho con el paso de los años, con la presencia de la tecnología y con elementos que hace un tiempo no se tenían en cuenta?

El amor no ha cambiado, es un sentimiento que siempre está en el aire. Lo que sí ha cambiado es la forma de relacionarnos. Están las aplicaciones para ligar, porque antes las opciones eran muy limitadas y ahora se abre un campo de posibilidades que te deja elegir a quien más te guste.

Hacer una selección a través de las redes y las páginas web tiene que ser complicado.

Lo es. Mucha gente tiene las mismas posibilidades que tú. Las reglas de juego han cambiado. Entran en acción los celos, la desconfianza, el no saber qué hace el otro. Pienso que estas nuevas fórmula hacen más fácil buscar el amor, pero siempre y cuando sepas usar bien esas aplicaciones que ayudan a buscar pareja.

Siempre se ha dicho que los hombres aceptan peor el compromiso en su relación con una mujer.

En general, no. Las mujeres tenemos más presiones, sobre todo si queremos tener hijos. Sentimos que tenemos menos tiempo para comprometernos. Es lo que hace que las mujeres estén más por la labor de tener una relación, cuando ellos tienen más tiempo.

Sexo y amor. ¿Deben ir siempre juntos?

Va a depender de lo que quiera una persona. Puedes estar en un momento en el que solo quieras darle una alegría a tu cuerpo y entonces, por qué no, sexo sin amor. El sexo sin amor está estupendamente bien, muy bien. Pero si tú quieres buscar una conexión, sexo con amor, sin lugar a dudas.

Las parejas que rompen se suelen convertir en enemigas irreconciliables. ¿No es posible la amistad después de haber compartido una relación?

Por supuesto que es posible. Si durante la relación ha habido amistad, que sería lo más deseable, no tiene por qué romperse. Aunque no haya una relación de convivencia, aunque no haya una relación sexual, es factible que queden unos lazos unidos a experiencias, a gustos similares, y una afectividad que no tiene que ver con una pasión sentimental. Si después de una ruptura sigues siendo amiga de tu expareja es posible que hayas dado con una persona que te aporte más allá de la cama o de una relación sexual más o menos intensa.

¿Qué importancia tiene el deseo en una relación sentimental?

Una gran importancia. Un factor fundamental es la atracción que pueden sentir dos personas. Es el deseo de besarse, de tocarse, de compartir ciertos momentos de intimidad. Tiene que haber química y compatibilidad para que una relación funcione bien.

¿Fórmula mágicas para el amor?

No las hay. Todos somos muy diferentes, tenemos expectativas diferentes y también distintas necesidades. Muchas veces has visto a una amiga con pareja y te preguntas: ¿Qué ve en él? Está loca por él y yo nunca podría tener una relación con esa persona. Cada uno de nosotros, hombres y mujeres, reaccionamos diferente y queremos cosas diferentes.

El hombre de tu vida. ¿Existe?

En alguna parte, seguro que sí. Para mí, el hombre de tu vida o el hombre ideal es esa persona con la que puedes vivir durante un periodo largo. La sociedad ha cambiado mucho y ya no estamos obligados a tener que casarnos. Antes las mujeres se casaban muy jóvenes, se corría mucho por el miedo a quedarse solteronas. Ahora hay muchísima libertad, afortunadamente.

¿Está abolido el concepto Hasta que la muerte nos separe

Ja, ja, ja€ Las cosas han cambiado, pero es posible tener una pareja para toda la vida. Para quien le apetezca y quiera, puede ser perfectamente válido el hasta que la muerte nos separe.

¿Hay muchas clases de amor dentro de una pareja?

Pienso que para que una relación fructifique tiene que haber amor romántico. Se habla de la amistad como amor en una relación de pareja. No sé qué decir, esto ocurre cuando has pasado mucho tiempo con tu pareja y os habéis convertido más en compañeros de piso y donde la pasión o el deseo son un recuerdo lejano. Para mí, el amor es aquel que te hace seguir deseando besar a esa persona, seguir acostándote con ella.

Hablamos mucho de pasión, pero, ¿tiene fecha de caducidad?

Sin pasión no hay una relación de pareja. Esa chispa tiene que estar y durante el tiempo va fluctuando, así que no puede desaparecer para siempre la chispa de la pasión.

¿El amor es tonto y ciego?

Ja, ja, ja€ Creo que a veces sí, pero cuando intentamos buscar los elementos para que una relación pueda funcionar, nos quitamos la venda de los ojos.

¿Ha utilizado alguna vez sus propios consejos?

Todos los consejos se basan en lo que yo he aprendido en mi vida. Más de la mitad de las experiencias son mías. Soy mi propia conejilla de indias y he experimentado todo lo que cuento.

Así que ha mandado a muchos a la mierda.

Pues sí, y a mí también me han mandado, no creas.

¿Y cómo se queda una cuando le mandan a la mierda?

Desconcertada. Luego lo piensas y ves que hay razones, y que por mucho que me empeñara, esa relación no iba a ninguna parte.

El hombre tiene mala fama en cuestiones sentimentales: no se compromete, tiende más a ser infiel, no suele ser tan cariñoso como la mujer...

También supongo que las mujeres tenemos una tendencia a hablar mucho más. Cuando nos pasan cosas emocionales, las contamos, mientras que los hombres se las guardan para ellos mismos.

¿Los hombres no lloran?

Hay esa idea todavía. Los hombres pueden ser muy emocionales, aunque no lo demuestren tanto. No creo que los hombres sean más infieles, y de hecho tengo muchas mujeres clientes que reconocen haber sido infieles. Lo que sí pienso es que las mujeres tenemos más arte a la hora de engañar a nuestras parejas. Al hombre se le ve venir, pero las mujeres tenemos la capacidad de jugar a una doble vida sin que nuestras parejas se enteren.

PERSONAL

Edad: No la dice.

Lugar de nacimiento: Barcelona, pero ha vivido también en Corea del Sur y en Suiza.

Formación: Estudió Psicología en Barcelona. Tiene un máster en Neurolingüística. Durante un tiempo se dedicó al marketing, la escritura y la psicoterapia para niños.

Trayectoria: Decidió dar un paso más en su carrera y, basándose en experiencias personales, se convirtió en psicóloga de parejas, hasta el punto de ser conocida como la psicóloga del amor. Trata desde todos los puntos los matices que ofrece una relación sentimental y sus problemas. Acaba de publicar el libro Mándalo a la mierda (Mereces algo mejor).