Plato sencillo donde los haya, el huevo frito es un recurso fácil que soluciona una comida, un almuerzo o una cena de urgencia, o de relax para los muy aficionados, en cualquier momento. Versátil, hace labores de protagonista principal acompañado de patatas fritas, pimientos rojos o verdes, con chorizo, txistorra o panceta si buscamos algo más contundente. Pero también es un secundario de lujo en cualquier plato combinado y aporta color y sabor a un arroz.

A modo de aclaración, no es lo mismo un huevo frito que un huevo a la plancha. Para el primero hace falta mas aceite que para el segundo. Ademas, mientras para freírlo es necesaria una cierta cantidad, generosa, de aceite muy caliente pero que no humee, para hacerlo a la plancha basta unas gotas para engrasar el fondo y bajar el fuego a medio bajo cuando se echa el huevo a la sartén.

La búsqueda del huevo frito perfecto lleva a la organización de concursos. Foto: Iban Aguinaga

Ingredientes para hacer un huevo frito perfecto

  • Huevos, del tamaño que prefieras y lo más frescos posible.
  • Aceite de oliva virgen, que se extra es un plus.
  • Sal.
  • Especias y hierbas aromáticas. Con moderación

Cómo preparar un huevo frito perfecto

1. Utilizar una sartén antiadherente ayuda mucho ya que no hay que vigilar que no se pegue. Para conservar la buena "salud" de la sartén, conviene que la espumadera no sea metálica para evitar rayar el fondo.

2. El tamaño de la sartén no tiene demasiada importancia. Depende más de la costumbre y de las rutinas. Una pequeña para hacerlos de uno en uno o una grande para hacer varios a la vez. Eso sí, a mayor anchura de sartén, más gasto de aceite para cubrir bien el fondo.

3. Como en casi todas las recetas, cuanto más fresco sea el producto, mejor. En el caso de los huevos fritos, lo mejor es sacarlos del frigorífico un rato antes para que se atemperen, para que no esté frío al ponerlo en la sartén.

4. Poner aceite suficiente, dos o tres milímetros cubriendo el fondo. Poner menos podría ser entrar en el terreno de los huevos a la plancha. Hay quien pone más cantidad, hasta cubrir por lo menos los bordes de la clara. Si lo quieres con puntillas, esto es lo ideal.

5. El aceite debe estar muy caliente, pero sin que eche humo. Los que afinan mucho y tienen termómetro aseguran que 120 grados es lo ideal.

6. Aunque sea habitual cascar el huevo y ponerlo en la sartén directamente, se corre el riesgo de romper la yema con una punta de la cáscara y que esta se desparrame por la sartén. No afecta al a sabor pero queda feo y la yema se hace, no queda líquida. Es mejor ponerlo primero en un bol o una taza y volcarlo con suavidad. De esta manera evitas salpicones de aceite y la ano se mantiene alejada del calor. Si el huevo se rompe al echarlo al bol, llega el momento del plan b y hacer una tortilla.

El acompañamiento en el plato completa y estimula el disfrutar de tan sencilla receta. Foto: Iban Aguinaga

7. El punto adecuado de la fritura depende del comensal. Con puntilla o sin, con la yema más o menos melosa y la clara más o menos cuajada. Si quieres que la fina capa de clara que cubre la yema se blanquee, rocíala de aceite con la ayuda de la espumadera.

8. La útil espumadera no metálica ayudará a escurrir el aceite sobrante cuando se saque de la sartén el huevo ya frito. Es en el plato donde debe sazonarse el huevo. Es mejor salar la yema ahora para evitar que la seque demasiado si la pones en la sartén.

9. Opcional. Añadir los complementos al gusto y elegir un pan adecuado para mojar.