Quizá me caigan chuzos de punta por redes sociales, leches como panes, pero uno se debe a la verdad, al público. Y a ustedes, tras tantos años, no puedo engañarles. Por ello les advierto que, sin tener nada personal en contra de Dani Rovira, quien escribe estas inocentes líneas no lo soporta. ¡Para nada! Ni a su humor, ni a sus gracias, ni a esas caras absurdas que se gasta. No le encuentro la chispa en su nuevo programa, La noche D, ni se la encontré nunca en aquellos Ocho apellidos vascos (u Ocho apellidos catalanes). No sé, sin más. Seré rarito, pero existen perfiles cómicos con los que me despiporro, como con mi queridísima Gurutze Beitia o el inolvidable Chiquito de la Calzada, y otros que me generan más fu que fa, como el ya citado Rovira o el humorista David Guapo, que bien merece una contracrónica en estas páginas.

El caso es que Dani continúa de plena actualidad tras la finalización de su "show cómico original, divertido, fresco e inteligente, dirigido por Daniel Écija", como bien define TVE a La noche D en su página web. Un programa de sketches, reportajes y entrevistas hecho a la medida del actor malagueño. Como Sálvame para Jorge Javier, o Saber y Ganar para Jordi Hurtado. Aunque no siempre sale todo a pedir de boca. ¡En absoluto! De hecho, Miguel Ángel Muñoz se negó en rotundo a pisar su plató hace solo un mes. ¿El motivo? Todo un salseo love.

Por ser uno de los capitanes de The Dancer, el fantástico talent de baile presentado por Ion Aramendi y Sandra Cervera, a MAM le ofrecieron la posibilidad de acudir como promoción a La noche D. Una oferta típica entre programas de una misma cadena que el atractivo actor, bailarín y cocinero rechazó de plano. Según el portal Jaleos, el exprotagonista de Un paso adelante no debe soportar la relación sentimental que Rovira mantiene con Ana Guerra, exconcursante de Operación Triunfo 2017 y, lo más importante, su propia ex. Según las malas lenguas, el actor madrileño y la cantante canaria no finalizaron de la mejor forma su larga relación.