Siempre bajo su característico estilo del humor, el guionista y director Taika Waititi -Thor: Ragnarok- presenta ahora Jojo Rabbit, una comedia negra con el nazismo en la diana y cuyo punto de vista es el de un niño que es parte de una sociedad transformada por la intolerancia.

La película ha sido una de las grandes sorpresas en las recientes nominaciones de los Oscar, sumando seis candidaturas, incluyendo la de mejor película, mejor guion adaptado y mejor actriz de reparto para Scarlet Johansson -que hace doblete al estar también nominada como mejor actriz protagonista por Historia de un matrimonio-.

En cuanto al origen del filme, tiene la novela El cielo enjaulado de Christine Leunen como punto de partida. "Cuando me hablaron del libro, me llamó la atención el hecho de que se contara a través de un niño alemán adoctrinado en el odio por los adultos de su entorno", explica Waititi, que asegura haber vivido esa discriminación al ser un judío maorí. De ahí que considere importante "encontrar nuevas y originales formas de contar la espantosa historia de la Segunda Guerra Mundial una y otra vez para que nuestros niños y niñas puedan escuchar, aprender, y seguir adelante, unidos, hacia el futuro".

Así, la furia de la sátira y la esperanza de que es posible vencer el fanatismo y el odio se dan cita en una historia que sigue a Jojo, un solitario niño alemán -Roman Griffin- cuya visión del mundo es trastornada cuando descubre que su madre soltera -Scarlet Johansson- oculta a una niña judía -Thomasin McKenzie- en el desván. Será entonces cuando necesite la ayuda de su amigo imaginario Adolf Hitler -Taika Waititi- para afrontar su nacionalismo ciego.

"En Jojo Rabbit, atraigo al espectador con la risa y una vez baja la guardia, empiezo a suministrar pequeñas dosis de drama con peso y seriedad", explica Waititi sobre un filme que define como "una alegoría cómica sobre el precio de permitir que la intolerancia eche raíces, sea en el marco de una habitación o de una nación". Una historia que, en su opinión, cobró especial urgencia al comenzar a ver que "resurgía esta clase de pensamiento". Por ello espera que el filme sea un recordatorio: "Hitler hay sido muy reciente en la historia humana y hemos de seguir hablando de ello, porque la coyuntura que creó esa realidad no ha desaparecido". Y de hecho, el filme también reflexiona acerca de la necesidad de sentirse aceptado por el resto o de imitar y seguir a una mayoría por no ser el diferente.

Un 'irreconocible' Hitler. El propio Waititi encarna uno de los papeles centrales del filme: el del amigo imaginario y asesor de Jojo, Adolf. "Decidí interpretar al personaje como una versión más estúpida de mí mismo, si es que esto es posible", bromea Waititi sobre un Hitler que se presenta como una versión payasa, desbordada y un revoltijo de los propios impulsos y deseos de Jojo, junto a cosas que ha leído o escuchado a alguien decir.

Irreconocibles resultarán también las versiones en alemán de los clásicos de I want to hold your hand de los Beatles y Heroes de David Bowie, que forman parte de la banda sonora. Además, también se han creado melodías y composiciones originales para reforzar el lado más delirante de la película.