SE define como uno de esos locales “con buen rollo” donde la brasa es protagonista en una variedad de productos, desde hamburguesas, con 12 diferentes, a perritos calientes, wraps y sandwich buns. Todo a la brasa y con la particularidad de que la carne de vaca que emplean es 100% de la raza bovina angus. Ello es garantía de calidad y sabor, destacando su jugosidad, que la brasa potencia con el toque de leña.

Bilbao conoce así un auténtico Scotch Grill para todos los públicos, cuyo nombre recuerda a la primera vaca de raza angus que nació en Escocia.

La especialidad de la casa es el costillar de vaca, que se presenta en la mesa enorme, para compartir, y en el paladar “como mantequilla”. Tras cocinarlo a baja temperatura durante 16 horas en el horno, pasa a la brasa, con lo que se logra el sabor del que hacen gala, como asegura el responsable del local y propietario de la cadena vizcaina, que cuenta con restaurantes en Barakaldo (Mega Park), Santander (Valle Real) y próximamente, en abril, otro nuevo en la bilbaina calle Licenciado Poza.

Esas buenas vibraciones en boca se transmiten al ambiente, envuelto en una decoración vintage, muy cuidada, donde no faltan elementos vegetales en contraste con el ladrillo y el metal, como elementos decorativos. Todo ello atrae a un perfil de cliente entre 25 y 35 años, que gusta de un ambiente informal animado por música (indie, rock...). Incluso tienen playlist en Spotify. En Old Jack se pueden también celebrar cumpleaños, donde aseguran un show particular.

Con una capacidad para 100 personas, el local se distribuye en tres alturas, dotándose de un comedor a pie de calle, otro abajo y una cocina diáfana en la planta superior.

Así, Old Jack va ganando adeptos poco a poco por la vía del sabor, y para captar nuevos angus addict, sortea cenas en las que degustar sus productos selectos.