A llamada Edad del Hierro comienza cuando el hombre aprende a extraerlo de los minerales. La razón del retraso en la aparición del hierro en relación con otros metales (cobre y bronce) en los mapas, hay que buscarla en la elevada temperatura de fusión del hierro puro. El período en el cual se descubre y populariza el uso del hierro como material para fabricar armas y herramientas. En algunas sociedades antiguas las tecnologías metalúrgicas necesarias para poder trabajar el hierro aparecieron en forma simultánea con otros cambios tecnológicos y culturales incluyendo, muchas veces, transformaciones en la agricultura, las creencias religiosas y los estilos artísticos aunque no siempre haya sido así.

Ahí comienza esta historia, en la desembocadura de la prehistoria. Se dice que el naturalista Plinio (apelado como El Viejo y que falleció en la erupción del volcán Vesubio, en el año 79 antes de J.C. ) ya consideró las minas de hierro de Bizkaia, como las más ricas del mundo. Sigue contándonos la historia que en la Ley XIX del Título XXXIV, el Fuero de Vizcaya declara que: "... por cuanto haber ferrerías en Vizcaya, redunda a su alteza gran servicio y a la tierra gran utilidad y provecho é a la causa conviene que dean detenidos (...) ordenaban y ordenaron que cualquiera que quebrantase ferrería o Molienda o calzadas o rompiere o foradase Barquines a sabiendas por su propia autoridad muera por ello y pague el daño doblado al dueño".

El hierro, como ven, era uno de los grandes tesoros de Bizkaia desde tiempos inmemoriales. Así, la Sociedad Altos Hornos y Fábricas de Hierro y Acero de Bilbao (AHB) comenzó a funcionar, con efecto retroactivo el 1 de enero de 1882. El 24 de abril de 1902 se constituye la Sociedad Altos Hornos de Vizcaya (AHV) con los ya citados Altos Hornos de Bilbao, la Sociedad de Metalurgia y Construcciones La Vizcaya y la Compañía Anónima La Iberia. Era la férrea catedral de Bizkaia.

El sueño siderúrgico tuvo una vida de noventa años largos. Atrapados en el cepo de la reconversión industrial, y como consecuencia de todas las reducciones de plantillas, y la falta de futuro para AHV, los trabajadores inician la que fue llamada Marcha de Hierro a pie, desde Barakaldo hasta Madrid , con una duración de 18 días, culminando esta marcha el 18 de octubre, con una multitudinaria manifestación frente al Ministerio de Industria. Siete años más tarde, en 1999, AHV era una empresa latente.

Allá, donde antiguamente se ubicó el Tren de Bandas en Caliente (TBC) de Ansio, uno de los corazones de la metalurgia, había un vacío que dañaba a una Bizkaia condenada a reinventarse o a a caer en el ostracismo. La apuesta fue mayúscula.En abril de 2004 ese espacio mágico era rellenado de nuevo: nacía el BEC (Bilbao Exhibition Centre), un espacio que permite realizar certámenes de carácter internacional y de alta capacidad, con modernos servicios, infraestructuras y comunicaciones. Los arquitectos del proyecto fueron César Azcárate y Esteban Rodríguez, de las empresas Idom y Sener respectivamente y su aparición fue celebrada con incertidumbres.

Hay que decir que el pasado no fue borrado de un plumazo. Es más, en uno de sus laterales se pueden ver dos esculturas —una de ellas, una miniatura del Horno Alto 1 de Altos Hornos de Vizcaya—? y un amplio mural en los pilares de la carretera N-637 que recuerda la actividad de AHV. Es un guiño a los viejos tiempos.

El BEC de hoy es la muestra viva de que allí late uno de los corazones más poderosos de la gran Bizkaia. Sin barreras ni obstáculos y con una altura media de 18 metros, BEC Bilbao Exhibition Centre cuenta con una extensión de 251.055 m², de los que 246.457 se destinan a exposiciones distribuidos en seis pabellones. Además de los pabellones de exposición, la Feria cuenta con un pabellón VIP, un centro de congresos, 6.500 m² dedicados a oficinas y un gran atrio. A ello hay que añadir un aparcamiento subterráneo con capacidad para 4.000 vehículos. En la cubierta del recinto se ha instalado un parque de energía solar fotovoltaica que se ha convertido en uno de los mayores del País Vasco. Quince años largos después de su creación, puede considerarse como la gran pirámide moderna de Bizkaia, con una serie de maravillas en su interior y una trayectoria vital que ya tiene aventuras que contar.

Tres lustros han sido suficientes para que Bilbao Exhibition Centre haya encontrado y afianzado su lugar como espacio económico y social de primer orden. Los datos así lo confirman. El impacto económico generado con las diferentes actividades organizadas en BEC a lo largo de estos 15 años supera los 1.200 millones de euros, siendo especialmente significativo el ejercicio de 2019, en el que se registró la cifra más alta de su historia con 134,7 millones de euros.

Han sido años intensos cargados de actividad desde que en 2001 se constituyera oficialmente la nueva sociedad Bilbao Exhibition Centre. Desde su inauguración en 2004, más de 15 millones de personas han pisado su atrio. Entre ellas, personalidades del mundo del cine, como Paco y María León; de la moda, como Paco Rabanne, Eder Aurre o Mercedes de Miguel; cocineros, como Eneko Atxa, Martín Berasategui, Karlos Arguiñano; leyendas del fútbol como Jose Ángel Iribar o Julen Guerrero; profesionales del motor como Nani Roma, Carlos Sainz o Pedro de la Rosa; exciclistas como Miguel Indurain y Eddie Merckx y, jugadores de baloncesto como los hermanos Gasol o los estadounidenses Stephen Curry, Derrick Rose y Anthony Harris, que participaron en el Campeonato del Mundo disputado en el Bizkaia Arena. Sin olvidar al tenista Rafa Nadal, que grabó en las instalaciones de BEC un spot para una entidad bancaria.

Además, han pisado su arena profesionales de contrastado prestigio que han compartido sus conocimientos en diferentes ponencias o ferias a lo largo de este tiempo. Hombres y mujeres como Bianca Jagger, modelo y activista nicaragüense; Shigeru Ban, arquitecto japonés premio Pritzker; el ajedrecista Anatoly Karpov y el premio Nobel de Física Konstantin Novoselov, entre otros. Hoy en día, Xabier Basañez lleva las riendas de un espacio convertido en una referencia que proyecta Bizkaia al mundo, un cañón que nos habla, y muy bien, de una tierra de película. Esta es su alfombra roja.