O puede decirse que fuese una tierra que floreciese con ricas simientes. Más al contrario, el binomio que conforman Otxarkoaga-Txurdinaga configuran el actual distrito municipal número tres, integrado por los barrios de Otxarkoaga y Txurdinaga, orientado al Nordeste en la margen derecha del río Ibaizabal Nervión donde todavía no alcanza la consideración de ría. No nació allí porque la vega del cauce fuese tierra fértil sino porque Bilbao precisaba tierras libres y habitables para dar cobijo a una población creciente. No en vano, a mediados del siglo XX Bilbao era una ciudad pujante e industrial, destino de miles de personas que, buscando un futuro más próspero, se trasladaban con la esperanza de encontrar un empleo o mejores condiciones de vida. Entre 1950 y 1960 la población de la provincia creció un 38%. Muchas de estas personas, bien porque no estaba a su alcance (el precio desorbitado del suelo hacía inviables las promociones privadas de viviendas a precios asequibles) o con objeto de ahorrarse el importe del alquiler de la vivienda, decidieron establecerse en poblados chabolistas en los montes que rodean Bilbao: Archanda, Monte Banderas, Monte Cabras, Uretamendi... Esa era la realidad: tiempos fecundos para el progreso y duros para según qué vidas.

¿A cuento de qué viene el recuerdo de aquella triste postal?, se preguntarán los más desinformados. Porque fue de ese manantial del que brotó Otxarkoaga. Los orígenes, sin embargo, no están claros del todo. Los medios de comunicación señalaban la despreocupación empresarial por sus trabajadores, los empresarios protestaban por la imagen transmitida por la ciudad; la Iglesia, todopoderosa en aquellos días; protestaba por las condiciones inhumanas y ¿los políticos...? Gobernaba Franco. Leamos cómo explica la situación Wikipedia: “En cualquier caso, la propaganda oficial quiso vincular el fin del chabolismo con la voluntad y magnanimidad del General Franco. Existen divergencias acerca del momento en el que el Jefe del Estado se percató, por sus propios ojos, de la realidad que rodeaba la capital de Vizcaya. Así, cuenta el entonces consejero de la empresa baracaldesa Sefanitro, José María Chávarri, que fue durante una visita realizada a la fábrica en 1958,? mientras otras fuentes ubican el descubrimiento de esta realidad durante la inauguración de la antigua Feria de Muestras de Bilbao, el 25 de agosto de 1958. De acuerdo con los diarios de la época, el dictador se mostró impactado por las condiciones de vida de estos trabajadores y ordenó la construcción de viviendas para estas personas, que se materializó en el Plan de Urgencia Social de Vizcaya, el cuarto de España después de los planes de Madrid, Barcelona y Asturias. Este plan incluía 4.000 viviendas subvencionadas que debían ser distribuidas por la delegación del Ministerio de la Vivienda y la tarea de acondicionar los barrios de Bilbao con déficits urbanísticos”. Ya ven.

Recuerdan las crónicas que en 1959 se inició la construcción del entonces llamado Poblado dirigido de Ocharcoaga, en el que participaron siete constructoras. En total se levantaron 3.672 pisos, al margen de locales comerciales en los propios bloques de viviendas o en sus 3 centros comerciales, otras tantas escuelas, iglesias y edificios de servicios. Las viviendas se entregaron a partir de 1961 y dos años después, en 1963, el Instituto Nacional de la Vivienda transfirió la propiedad del poblado al Ayuntamiento de Bilbao. Era el mismo año en que llegó la señal de la televisión al barrio.

El 4 de abril de 1964 se obró el milagro. Llegó a Otxarkoaga a caballo Frank Sinatra. Hace falta una matización antes de que me tachen de loco. Ese fue el día en que se inauguró el cine en Otxarkoaga. Proyectaron Los tres sargentos y en aquellos días se recordaba que era la sala con más capacidad de todo Bilbao. Poco a poco iba forjándose un barrio de carácter, un barrio de espíritu obrero que aun hoy mantiene.

Dicho esto, contemos la historia de la llegada de Karl Marx y Vladimir Lenin a estas tierras. Los bustos del filósofo y del revolucionario se encontraban en la embajada de la Unión Soviética en Madrid hasta que, tras la caída del régimen comunista, terminaron en Parla ya que una asociación vecinal del municipio madrileño quería instalarlos. Sin embargo, el Consistorio parleño decidió rechazar los bustos, situación que fue aprovechada por la asociación vecinal La Solidaridad para ceder los bustos a la comparsa Pa-Ya de Otxarkoaga, que logró el permiso municipal para instalarlos en la plaza Kepa Enbeita Urretxindorra, el legendario ruiseñor del bertso, en 1993.

Pa-Ya había trabajado durante tres años para contar con un monumento homenaje a Marx y Lenin. Intentaron, sin éxito, conseguir la estatua de Lenin que ocupaba la plaza de la Prensa Libre en Bucarest (Rumania). Como consecuencia de la Revolución rumana de 1989, en marzo de 1990 se retiró la estatua del revolucionario bolchevique frente a la Casa de la Prensa Libre. Una fotografía que el artista guipuzcoano Asier Mendizabal tomó en 2007 a este monumento, titulada Otxarkoaga M-L ha sido expuesta en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. Anualmente la plaza de Kepa Enbeita acoge la celebración de Lenin Eguna, organizado por Euskal Herriko Komunistak, la comparsa Pa-Ya y el colectivo Boltxe. Encaja esa celebración en la historia del monumento que fue inaugurado el 17 de octubre de 1993, precedido de una serie de charlas sobre marxismo durante la primera quincena del mes.

No hay tregua. El monumento ha sido objeto de actos vandálicos hasta el punto de que en una ocasión la urna en la que se encuentran las dos esculturas apareció tiroteada. Asimismo, durante un tiempo el busto del militante de ETA muerto en un enfrentamiento armado con la Guardia Civil, Txabi Etxebarrieta, ocupó el mismo espacio que hoy ocupan los bustos de Marx y Lenin; funcionarios del Ayuntamiento de Bilbao retiraron el busto en 2004 tras una denuncia de Basta Ya.

Hoy, desde Otxarkoaga se puede ascender hacia el Monte Avril, en el que se ubican diversos merenderos desde los que se observa una vista privilegiada del noroeste de Bilbao. Desde algunos puntos incluso se observa el Mar Cantábrico en los días claros. Un respiro.