Bilbao - Esperanza Fuencisla Aguirre y Gil de Biedma se da un garbeo por el paseo de Los Caños. “En Bilbao todo resulta muy unamuniano. Veo ahí abajo la ría, los cormoranes, los patos en la rampa esa, los mubles? Los mubles me recuerdan a Gallardón, fíjese. Claro que los mubles ni se engominan ni llevan gafas de culo de vaso. Jejejeee”, comenta la exlideresa de Unión Liberal, Partido Liberal, Alianza Popular y Partido Popular.

“Yo fui muy liberal de jovencita. Luego ya, con la edad, me volví popular. Me acuerdo de mis tiempos de liberal: me ponía de medios Riojas Libres hasta las cejas. Y cuando una se cuece a base de Riojas Libres se pone muy liberal. Menuda era yo: me subía al estrado, con mi faldita de tablas de esas con alfiler dorado gordo en la parte de delante, y exigía el libre comercio sin aranceles de ningún tipo. ¡Qué tiempos! Vaya locuras que decía”, evoca la condesa consorte de Bornos.

La tenemos por aquí por?

-Por que me he cansado de Madrid. Está lleno de nacionalistas y soberanistas madrileños. Y gente ordinaria, como Abascal o el Cholo. Yo soy liberal de casi toda la vida; unionista de las de que vienen de la pata del Cid; y animal político de raza. Lo mismo bailo el chotis con taxistas en la fiesta de San Cristóbal, que me subo a una tanqueta, que inauguro una guardería. Lo de inaugurar se me da fenomenal. ¡Que tiempos aquellos en los que lo inauguraba todo en la Comunidad de Madrid! Hasta me compré unas tijeras especiales para inauguraciones, porque terminé padeciendo lesiones de escafoides y túnel carpiano de tanto cortar cintas. Resulta muy cansado. Muñeca de político lo llaman.

La lesión ¿no sería de poner la mano a lo egipcio para trincar sobres?

-¡Andaaa lo que me ha dicho el caballerete! ¡A que te cruzo la cara de un sordabirón! ¿Eh? Trincar sobres es de gente ordinaria y sin clase. Los políticos de raza nunca sabemos nada de trincar sobres. Eso es para advenedizos. A la gente bien de toda la vida lo que nos gusta es mandar, influir? el mangoneo. ¿Has visto La Escopeta Nacional? Pues eso.

Se lo digo por la ‘operación Gürtel’, la ‘operación Púnica’ y tal

-Yo siempre he tenido este cutis tan poco agradecido. Así, como picadito de viruela, y con muchas marcas de expresión, patas de gallo y todo eso. ¿Si me hubiera sometido a operaciones en esas clínicas me comenta y que no conozco de nada cree que tendría esta cara? Pues no, caballerete, no se nada de operaciones. Jamás me he sometido a la cirugía estética. Toque, toque, este pecho no conoce silicona. ¿Y vé que labios más finos tengo? Nada de morrazo a lo Leti.

Lo que le faltaba a usted es meterse con la Casa Real.

-Ojo, que hablo a Leticia? Sabater. No a Su Majestad la reina. Que yo soy muy monárquica, y borbonera, de casi toda la vida? bueno, desde el 75. Pero es justicia reconocer el grandísimo papel de la Casa Real en las últimas décadas, sobre todo en extender el sentido del humor ¡Menudo ha sido Juancar contando chistes! ¡Ni Arévalo! Se sabía unos muy buenos de cazadores. A mi me los contaba en el palco de la plaza de toros de Madrid y me daba con el codo en las costillas. ¡Como para no reírte, macho! Perdón, caballero.

¿De verdad cree que los tribunales aceptarán que usted no sabía nada de la corrupción en el PP de Madrid después de tantos años presidiéndolo?

-Ni idea de a lo que refiere usted. Yo jugaba al golf con grandes empresarios, firmaba concesiones, participaba en las campañas? pero del dinero ni idea. Pasé de comprar pan moreno y caviar con los cupones del racionamiento a ir a hacerme los conjuntos al Primark. Para las personas de mi posición es normal comprar en Primark, lo de Loewe y Chanel te lo regalan, igual que el vino caro, el jamón ibérico y el champán francés. Con el dinero, caballerete, dejamos que se ensucien otros. Que no os enteráis, macho. Perdón, que no se enteran ustedes, caballero.

Esperanza Aguirre se pierde entre las tascas de Urazurrutia. Pide unas rabas y un marianito. “Aunque yo me he significado siempre como partidaria de Jose Mari, no de Marianito”, dice.