- El tándem creativo formado por el director Rodrigo Sorogoyen y la guionista Isabel Peña demuestra estar en plena forma en Antidisturbios, una mirada a una figura profesional controvertida con las cloacas del Estado como trasfondo. La serie de seis capítulos que se estrena hoy en Movistar+ es un thriller de acción que no da tregua al espectador, pero al mismo tiempo es una historia de personajes que arranca con una pregunta: ¿quién hay detrás de los cascos y las porras? “Los dos vivimos en el centro de Madrid, estamos desgraciadamente familiarizados con cierto tipo de cargas policiales y empezamos a hacernos preguntas sobre este gremio: quiénes son, cómo se toman su trabajo, cómo vuelven a casa”, explicó Peña a Efe.

Raúl Arévalo, Álex García, Hovik Keuchkerian, Roberto Álamo, Patrick Criado y Raúl Prieto dan vida a esa galería de personajes que además son amigos, una amistad que se pone a prueba a raíz del incidente que abre la serie: un desahucio en el que se produce una muerte accidental. El caso supone la apertura de una investigación de Asuntos Internos liderada por una joven y ambiciosa inspectora que interpreta Vicky Luengo y que tira de un hilo que conduce a las más altas esferas de poder y a siniestros personajes como un excomisario que no disimula su inspiración en José Manuel Villarejo (gorra incluida). “Es un personaje fascinante”, confirmó Sorogoyen, “que lleva existiendo 40 años pero ha aparecido en nuestras vidas hace 5 o 6. Dramáticamente es muy tentador, aunque en la realidad quizá no tanto”.

Sorogoyen y Peña son colaboradores habituales y ya se asomaron juntos a escándalos de corrupción política como la trama Gürtel para inspirarse en El Reino (2018), película con la que obtuvieron 7 Goyas y 13 nominaciones. “La corrupción vuelve a ser el tema”, incide Sorogoyen, “y en ese sentido coincide con El Reino, creímos que era el camino adecuado porque esta gente a pie de calle están condicionados por lo que ocurre arriba, son herramientas de un sistema que funciona regular”. Además de leer periódicos y “escuchar audios”, la fase de documentación previa a la escritura del guion incluyó entrevistas con cuatro policías antidisturbios, asesoramiento de uno de ellos durante la preparación del rodaje y visitas a su sede en Moratalaz. “Cuando piensas en los antidisturbios -prosigue Sorogoyen- tiendes a englobarlos a todos en el mismo paquete, como si fueran iguales, ¿son buenos o malos?, pero quedando con ellos veías que cada uno tenía unas motivaciones, actitudes y temperamento distintos”.

De la lealtad que guía a Diego (Raúl Arévalo), a la inconsciencia de Álex (Álex García), la profesionalidad impecable de Salva (Keuchkerian), las tendencias depresivas de Úbeda (Roberto Álamo), los arranques violentos de Rubén (Criado) o la oscuridad de Bermejo (Raúl Prieto), los actores juegan un papel esencial en este viaje a través de la condición humana que propone la serie. Sobre pasar del formato cine al seriado, Peña asegura que ha sido una oportunidad en la que se han sentido cómodos, aunque ha supuesto mucho más trabajo. “Somos muy pesados, nuestras películas son muy largas y muchas de nuestras escenas favoritas se quedan en montaje, así que por fin hemos podido ser pesados con tranquilidad, profundizar en los personajes y a nivel estructural los capítulos nos han abierto posibilidades creativas que hemos intentado aprovechar”.

Para Sorogoyen era “fundamental no juzgar a sus personajes”, no caer en maniqueísmos para relatar la realidad de la unidad de antidisturbios, y la diversidad de sus componentes, de la forma más veraz posible y dejar que el espectador saque sus conclusiones. “Desde el principio sabíamos que eso iba a ser así en la serie. Y si pretendes relatar una realidad social e incluso política... con más razón”, reitera.