Los espectadores, que ya pueden acudir a ver películas a las salas de cine en la mayoría de las ciudades del Estado español, han acabado con la preventa de algunas de las salas, muchas de ellas preocupados por si podían quitarse la mascarilla en la butaca. Euskadi afronta el regreso en una jornada sin estrenos.

Según ha explicado a Efe Jesús Hernández, gerente de OCINE Valladolid, "la gran duda del espectador era si en la sala se podían quitar la mascarilla, pero al igual que en los restaurantes, una vez sentado, puedes estar sin ella y consumir tus palomitas o tus bebidas", aclara.

"Abrimos nuestras puertas con ilusión, sabemos que nuestro público quiere recuperar la normalidad y tiene ganas de volver a emocionarse en el cine, pero somos profundamente conscientes que la situación ha cambiado y, por ello hemos implementado procesos operativos que fomenten la compra multicanal y la digitalización para evitar el contacto físico", ha declarado Jordi Agustí, consejero delegado de OCINE.

Así mismo, los Cinesa, que se adelantaron en su apertura el lunes pasado, han vendido "centenares de entradas" para este fin de semana, y algunas salasr llenaron su aforo permitido -con distancia de una libre cada dos butacas- y tienen ya "muy pocas disponibles" para las sesiones de la noche de este sábado