bilbao - Cuando en 1973 William Friedkin dirigió El exorcista no pensaba hacer una película de terror, sino un filme que indagara en los misterios de la fe. “Una película como El exorcista genera dos tipos de opiniones. Una es si lo que se cuenta es posible. La otra es que es imposible. No hay punto medio. Ese es el misterio de la fe”, explicó en 2017 cuando el Festival de Sitges le otorgó el gran premio de honor del certamen.

Sin embargo, casi inmediatamente El exorcista se convirtió en un largometraje emblemático del género de terror. Obtuvo 10 candidaturas en la ceremonia de los Oscar de 1974 y ganó los de mejor guion adaptado y mejor sonido. Posteriormente se rodó una secuela y una tercera parte, ya sin la participación de Friedkin, e inauguró la moda de cintas con temática demoniaca, como La profecía.

“A la gente le gusta pensar en cosas así porque, en el fondo, no sabemos nada”, dice el cineasta. Pero Friedkin es mucho más que el director de El exorcista, y los espectadores de TCM lo podrán comprobar el sábado con la emisión de Friedkin sin censuras, un documental TCM Original en el que el propio realizador repasa su filmografía con la ayuda de actores como Matthew McConaughey y de compañeros de profesión como Quentin Tarantino o Wes Anderson. Un estreno en exclusiva y de producción propia que irá acompañado de la emisión de la versión extendida de El exorcista. El año 1971 fue el de su consagración gracias a The French Connection: Contra el imperio de la droga. Un año después dirigía El exorcista, basado en la novela de William Peter Blatty que fue un auténtico bombazo en las taquillas del todo el mundo. - M. Peña