tIENEN los objetos alma? Julie Bertuccelli, cineasta y amante y coleccionista de objetos, no solo cree que así es, sino que asegura que “cada objeto es una puerta abierta a la historia familar y están cargados de esa vida pasada, tienen alma”. De ahí que cuando leyó la novela de Lynda Rutledge, en la que el coleccionismo es un eje, la directora de proyectos como El árbol (2017), quisiese adaptarla cinematográficamente.

Y es que La última locura de Claire Darling cuenta cómo en un pequeño pueblo en Oise, Claire Darling se despierta convencida de que es su último día. Por ello decide vaciar su casa y hacer un mercadillo, exponiendo una serie de objetos que reflejan lo que ha sido una vida trágica y resplandeciente. Y precisamente, esta última locura de Claire provocará el regreso de su hija Marie, a quien no ha visto desde hace 20 años.

Más allá del coleccionismo, la historia aborda, avanza, “las complejas relaciones entre madre e hija, las muertes que nos atormentan, el fin de la vida, la memoria...”. Y es la memoria uno de los motores del largometraje, con viajes a recuerdos del pasado intercalados en el presente, en un relato protagonizado por Catherine Deneuve. La veterana y reconocida actriz, protagonista de proyectos como 8 mujeres (2002) o Bailar en la oscuridad (2000), encajó a la perfección con el papel, como una mujer con mucha energía y de quien “no sabemos si pierde realmente la cabeza o si hace como si la perdiera”.

La actriz Chiara Mastroianni completa el dúo protagonista de madre-hija, en un trabajo que desborda momentos “llenos de delicadeza y complicidad”, apoyados por el hecho de que Chiara y Catherine ya habían sido madre e hija en pantalla.

El resultado es un largometraje onírico, que casi roza el género documental, dada la trayectoria que también atesora Bertucelli como documentalista. “Me interesa más el realismo en las películas, es importante que se crea en ellas, que los actores no sobreactúen y que no haya demasiado efecto”, apunta la directora, para avanza que La última locura de Claire Darling repasará esa década en que madre e hija han permanecido distanciadas. Y se averiguará cómo.

“Los objetos del mercadillo cristalizan las tensiones que han vivido y son la ocasión para volver a hablar del pasado, para hacer revivir los recuerdos, cuestionarlos, hacer que se muevan, reapropiárselos...”, reflexiona Bertucelli, quien finalmente concluye con un “mientras no llegue la muerte aún podamos hablarnos, todo es posible”. Todo ello en una película que juega “con el lado dramático de la intriga, mezclando la ficción con lo real”.