EL director Zhang Yimou reinterpreta el clásico Tres reinos: la épica de Jingzhou, en un remake que combina imágenes que contrastan la tradición china de siglos de pintura con lavado de tinta y secuencias de lucha de altísimo nivel y efectos deslumbrantes.

Porque en Sombra narra la historia de un poderoso rey y su pueblo, que han sido expulsados de su tierra natal y desean recuperarla.

Tras La gran Muralla (2017), Yimou se sumerge en un mundo de grises y negros, con las artes marciales como eje del largometraje.

Acerca de qué le llevó a adaptar el cuento clásico en su último largometraje, Zhang Yimou apunta que “China es un país con un largo pasado histórico y todos estamos supeditados por las leyes de la historia”, como si de “unos mandamientos invisibles” se tratasen. En concreto, el filme trata “sobre la lucha, la supervivencia, los terribles problemas y la ambición”.

Sombra es la historia del condado de Pei -Peixian- bajo la administración de un rey salvaje y peligroso -Zheng Kai-. El comandante militar de su ejército -Deng Chao-, aunque ha demostrado su valía en el campo de batalla, se ve forzado a emplear toda clase de sucias estratagemas para poder sobrevivir a las traiciones que se suceden en la corte del rey. Para ello ha creado una sombra -interpretada por el propio Chao-, un doble que es capaz de engañar al mismísimo rey y a sus enemigos cuando la situación lo requiere. Y cuando el rey y el comandante deciden asediar la ciudad amurallada de Jing, comenzará un combate que sacudirá la corte de Peixian. - DEIA