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Verano sin límites

Una gira de festivales para conocer Europa

De Lisboa a Budapest pasando por Lovaina, Berlín y Copenhague: cinco grandes citas musicales para recorrer Europa este verano entre conciertos, rutas culturales y escapadas urbanas.

Una gira de festivales para conocer EuropaWiki commons

Con la llegada del verano, Europa despliega su calendario de grandes festivales, citas culturales que van más allá de la música. Roskilde, Rock Werchter o Lollapalooza en Berlín, por ejemplo, invitan a disfrutar de conciertos multitudinarios mientras se exploran ciudades históricas, paisajes costeros o enclaves urbanos llenos de vida. Una ruta festivalera también puede ser una ruta turística.

Roskilde - Roskilde, Dinamarca (28 de junio - 5 de julio)

Arrancamos la ruta festivalera en Dinamarca, al festival de Roskilde, que se celebra entre el 28 de junio y el 5 de julio. Con ocho días de duración y más de 130.000 asistentes diarios, es uno de los más grandes del norte de Europa. Este año destacan Charli XCX, Stormzy, Olivia Rodrigo, Jungle y PJ Harvey, entre otros.

Además de la música, Roskilde apuesta por el arte, la sostenibilidad y la participación ciudadana. El recinto se organiza como una ciudad temporal con zonas de camping, mercados solidarios y espacios para la creatividad.

La ciudad de Roskilde se sitúa a 30 km de Copenhague y permite visitas entre conciertos. Su catedral gótica, declarada Patrimonio de la Humanidad, alberga las tumbas de numerosos reyes daneses. El Museo de Barcos Vikingos ofrece la posibilidad de navegar en réplicas históricas por los fiordos.

Las coloridas casas de Copennaghe.

En la capital danesa, merece la pena recorrer Nyhavn con sus casas de colores y cafés frente al canal, probar los famosos smørrebrød (panes abiertos con pescado, huevo o embutidos), y visitar lugares como la Sirenita, los Jardines de Tivoli o el barrio alternativo de Christiania. Dinamarca es uno de los países más fáciles para moverse en bicicleta, con carriles bici incluso entre ciudades.

Rock Werchter - Werchter, Bélgica (3-6 de julio)

Del norte danés al corazón de Flandes. Entre el 3 y el 6 de julio, se celebra Rock Werchter, en el pequeño pueblo belga de Werchter, con más de 300.000 asistentes y un cartel que alterna rock, pop, electrónica e indie. En ediciones anteriores han actuado Metallica, Florence + The Machine, Arctic Monkeys o Dua Lipa.

El recinto está rodeado de campos y zonas verdes, y cuenta con servicios de tren lanzadera gratuitos que conectan con las principales ciudades. A solo 20 minutos se encuentra Lovaina, ciudad universitaria conocida por su vida cultural. Su biblioteca, su plaza del mercado y el impresionante ayuntamiento gótico son solo algunos de sus atractivos para descubrir este verano.

Arquitectura caracterísitica de la ciudad universitaria de Lovaina.

Bruselas, la capital del país, también está muy cerca y se pueden realizar visitas de un día. Desde la Grand Place al Atomium o los museos del barrio del Mont des Arts, la ciudad ofrece una mezcla de tradición y modernidad. No puede faltar una parada para probar la gastronomía belga: mejillones con patatas fritas, gofres, chocolates artesanales y más de 1.500 variedades de cerveza.

NOS Alive - Oeiras (Lisboa), Portugal (10-12 de julio)

Cambiamos el mapa y bajamos al sur. NOS Alive se celebra del 10 al 12 de julio en Oeiras, junto al mar y a escasos kilómetros de Lisboa. Es uno de los festivales más relevantes del sur de Europa y este año contará con Muse, Sam Smith, Anyma, Parov Stelar y Olivia Rodrigo, entre otros.

Su ubicación junto al paseo marítimo de Algés permite disfrutar de los conciertos con brisa atlántica de fondo. Durante el día, se puede explorar Lisboa: los barrios históricos de Alfama y Mouraria, el castillo de San Jorge, los miradores de Graça y Santa Catarina o la zona de Belém, con su monasterio manuelino y la Torre que vigiló durante siglos la salida de las carabelas.

La línea de tranvías recorre toda la ciudad de Lisboa.

La gastronomía lisboeta es una parte esencial del viaje: bacalao en todas sus formas, sardinas asadas, arroces de marisco y, por supuesto, los pasteis de nata con canela. También se puede aprovechar para hacer excursiones cercanas a Sintra, con sus palacios románticos entre montañas, o a Cascais, un antiguo pueblo pesquero hoy convertido en destino de playa.

Lollapalooza Berlín - Berlín, Alemania (12-13 de julio)

El mismo fin de semana que NOS Alive, pero a más de 2.000 kilómetros, Berlín acoge una nueva edición de Lollapalooza, los días 12 y 13 de julio, en el Estadio Olímpico. Cuenta con los siguientes artistas confirmados con una mezcla de pop, electrónica, hip-hop y música alternativa: Justin Timberlake, Gracie Abrams, J-Hope, Raye o Benson Boone. 

Pero la capital alemana ofrece mucho más que música: historia reciente, arquitectura imponente y una vida cultural intensa. Entre concierto y concierto, se puede visitar la Puerta de Brandeburgo, el Reichstag, los restos del Muro de Berlín o el memorial del Holocausto. Para los más curiosos, el barrio de Kreuzberg ofrece una mezcla de arte urbano, gastronomía internacional y cultura alternativa.

La mítica Alexanderplatz de Berlín.

Berlín también destaca por su oferta culinaria, que va más allá de las salchichas y el currywurst: kebabs turcos, cocina vietnamita, mercados bio y panaderías artesanales conviven en una ciudad abierta y multicultural. En julio, el clima es agradable, con días largos y temperaturas que rondan los 25 grados.

Sziget - Budapest, Hungría (6-11 de agosto)

El último gran evento del verano europeo es Sziget, en Budapest, del 6 al 11 de agosto. Se celebra en la isla de Óbuda, en pleno Danubio, con un formato que va más allá de la música. El festival alberga espectáculos de danza, teatro de calle, talleres, zonas de descanso y áreas temáticas que funcionan como una pequeña ciudad cultural.

En lo musical, esta edición incluye a Post Malone, A$AP Rocky, Shawn Mendes, Caribou, Charli XCX y KISS OF LIFE, entre muchos otros. El evento es multilingüe, accesible y pensado para públicos diversos.

Panorámica de Budapest.

Fuera del recinto, Budapest ofrece un equilibrio entre monumentos históricos y vida urbana. El Parlamento, el Castillo de Buda, los baños termales o los puentes que cruzan el río son parte del recorrido obligado. Además, la ciudad cuenta con una red eficiente de metro, tranvía y bicicleta pública.