A tan solo dos horas en coche de Bilbao, en Iparralde, existe una ruta que parece sacada de un cuento. Se trata de un itinerario que recorre tres enclaves llenos de historia, paisajes idílicos y un aire medieval que transporta a otra época.
Esta ruta propuesta por una influencer bilbaina especializada en viajes low cost y planes es ideal para una escapada de un día. Incluye la ciudad termal de Salies-de-Béarn, el pintoresco pueblo fortificado de Sauveterre-de-Béarn y el majestuoso Castillo de Bidache. Descubrir estos lugares es adentrarse en una atmósfera de leyendas, naturaleza y arquitectura que sorprende incluso a los viajeros más experimentados.
Salies-de-Béarn: la ciudad de la sal y las aguas termales
La creadora de contenido @viaja_mas_por_menos nos muestra en su vídeo el itinerario perfecto para una escapada a este rincón que parece sacado de un cuento. El primer destino de esta excursión es Salies-de-Béarn, una localidad conocida por sus aguas termales y su historia vinculada a la sal. Su nombre proviene de una leyenda que cuenta cómo un jabalí cubierto de sal guió a los habitantes a descubrir los manantiales salinos que han dado fama a la ciudad. Hoy en día, este "oro blanco" sigue siendo la esencia del pueblo, con sus balnearios y productos derivados.
Pasear por sus calles adoquinadas permite descubrir edificios de estilo tradicional bearnés, con fachadas de entramado de madera y balcones floridos. El centro histórico es un remanso de tranquilidad, donde se puede visitar el Museo de la Sal y las Termas de Salies, que ofrecen circuitos de bienestar ideales para relajarse. Una parada en alguna de sus panaderías también es imprescindible para probar la gâteau basque, un pastel típico de la región.
Sauveterre-de-Béarn: un refugio medieval con vistas de ensueño
A solo diez minutos en coche se encuentra Sauveterre-de-Béarn, una joya medieval que conserva su esencia desde el siglo XI. Este pequeño pueblo fortificado era un refugio seguro para peregrinos y viajeros que recorrían el Camino de Santiago.
El emblema de la localidad es el Puente de la Leyenda, una estructura de piedra que se alza sobre el río Oloron y que cuenta con una historia enigmática: se dice que aquí se realizaban pruebas de inocencia lanzando a los acusados al agua. Además, la iglesia de Saint-André y los restos del castillo medieval completan el encanto del lugar.
Sauveterre-de-Béarn es perfecto para recorrer sin prisas, disfrutando de sus miradores sobre el río y explorando sus callejuelas. En primavera y verano, la ribera del Oloron se llena de vida con actividades como el piragüismo y los paseos en barca.
Castillo de Bidache: un final de cuento
Para culminar la excursión, nada mejor que visitar el Castillo de Bidache al atardecer. Esta fortaleza, que perteneciera a la influyente familia Gramont, se encuentra en ruinas, pero su estructura impone con su grandeza. Ubicada en lo alto de una colina, la vista panorámica desde el castillo es impresionante, con el paisaje bearnés extendiéndose hasta el horizonte.
El castillo ha sido testigo de incendios, guerras y reconstrucciones, lo que añade a su aire misterioso y evocador. Pasear por sus alrededores al atardecer, cuando la luz dorada baña las piedras centenarias, es una experiencia inolvidable que transporta a tiempos pasados.
Consejos prácticos para la excursión
Para disfrutar al máximo de esta ruta, @viaja_mas_por_menos recomienda planificar algunos aspectos.
El viaje en coche desde Bilbao supone aproximadamente 45€ en peajes y 40€ en gasolina. De mayo a octubre es el período ideal, ya que la mayoría de los atractivos turísticos están abiertos y el clima acompaña.
En cuanto al itinerario, la experta recomienda visitar Salies-de-Béarn por la mañana, lo que nos llevará una o dos horas. Por la tarde, aconseja explorar Sauveterre-de-Béarn. Y, por último, al atardecer disfrutar del Castillo de Bidache.
Esta excursión es perfecta para una escapada de primavera o verano, combinando historia, naturaleza y un ambiente de cuento. Un recorrido que, aunque poco conocido, promete convertirse en un destino favorito para quienes buscan un día especial fuera de lo común.