A lo largo de estos años, y ante las quejas de muchos viajeros, numerosas instituciones internacionales han abogado por regular las condiciones que las principales aerolíneas imponen a sus clientes. Las más comunes están relacionadas con el precio de sus billetes, así como con el equipaje permitido para viajar. 

Un ejemplo muy claro es el de Ryanair, una de las compañías más destacadas a nivel internacional, la cual recientemente ha traspasado los límites de lo legal con un grupo de pasajeros. 

Un avión de Ryanair, en pleno despegue. DPA vía Europa Press

Una situación surrealista 

Un grupo de turistas ha sufrido injustas políticas para volar con Ryanair. Estas personas compraron un billete de avión por tan solo 9 euros y, a pesar de que el servicio no fuese el mejor, lo cierto es que las prestaciones han sido bochornosas. 

Y así ocurrió, puesto que la aerolínea cobró a los pasajeros 140 euros por transportar dos maletas que en el trayecto de ida sí fueron aceptadas en un vuelo entre Palma de Mallorca y Manchester (Reino Unido).

No existió ningún inconveniente en la ida hacia las islas Baleares. Sin embargo, al regresar, esta compañía ‘low cost’ esgrimió que las maletas, que ya estaban pagadas con anterioridad, excedían las medidas permitidas.

Imagen de un pasajero en un aeropuerto Pexels

Indignación manifiesta

Los viajeros, que se vieron obligados a desembolsar 70 euros por cada maleta, no daban crédito a lo que veían: “¿Y en la ida no?”, se preguntaron, siendo conscientes de que no tenían nada que hacer frente al servicio de la aerolínea.

Sabiendo que la alternativa era quedarse en tierra, sin poder volver a su destino y perdiendo el dinero pagado por el trayecto de vuelta, no tuvieron más remedio que aceptar las condiciones impuestas por Ryanair. 

No obstante, existen soluciones a este problema, pues el Ministerio de Consumo ha informado de que, ante estas políticas abusivas, los clientes cuentan con la posibilidad de presentar reclamaciones para que se les devuelva el importe. 

Falta de agua

Al margen del caso ya expuesto anteriormente, cabe mencionar que en ese mismo vuelo tuvieron que soportar otro feo gesto por parte de la compañía aérea: no tenían agua, ya que se hizo saber que no habría carrito con la venta de bebidas y comida.

De hecho, un pasajero, que solicitó un agua para poder ingerir uno de sus medicamentos, no tuvo otra opción que aceptar beber el agua del grifo del avión, en la cual el sabor y la calidad brillan por su ausencia. 

Cuidado con volar en compañías ‘low cost’

Pese a que viajar con aerolíneas ‘low cost’ puede ser una idea atractiva por sus precios económicos, hay que tener en cuenta que existen ciertos riesgos a sopesar. 

Costes ocultos

Por muy barato que sea el billete, los costes adicionales por equipaje, selección de asiento y otros servicios pueden incrementar considerablemente el presupuesto final del viaje.

Cancelaciones y retrasos

Las aerolíneas 'low cost’ suelen tener una mayor incidencia de retrasos y cancelaciones. Esto se debe a su estrategia de maximizar el uso de sus aviones, dejando poco margen para ajustes en caso de contratiempos.

Además, operan con menor frecuencia en algunas rutas, lo que puede dificultar la reubicación en otro vuelo.

Falta de comodidad

La comodidad es otro factor que no se puede descuidar. Los asientos en estas aerolíneas tienden a ser más estrechos y con menos espacio para las piernas. 

Asimismo, los servicios complementarios como comidas, bebidas y entretenimiento a bordo no suelen estar incluidos en el precio del billete y deben pagarse por separado.

Servicio

Las aerolíneas de bajo coste suelen ofrecer un servicio bastante limitado al cliente. Las quejas por falta de atención y soluciones inadecuadas son frecuentes, sobre todo en situaciones de cancelaciones o cambios de vuelo. Las políticas de reembolso y cambio de vuelo son más estrictas y costosas.

Dos pasajeros, obligados a pagar por unas maletas que ya habían pagado Pixabay